Caramaño : 15 años después

Tantos años han pasado desde que fui por última vez a este viejo restoran de bellavista. Un sitio de comida costumbrista o mejor dicho, bien chilena y que mantiene casi intacto su estilo.

Recuerdo que antiguamente se ingresaba a un garage y había que tocar el timbre para que te permitieran el acceso. Hoy el garage no existe, aloja mesas y un mesón de bar (conveniente extensión del lugar) y hay una enorme puerta de acceso vidriada, por lo que se ve claramente el interior, algo que extrañé ya que en mis años nadie podía verte. En fin, abierto a la terrible competencia gastronómica del barrio.

Lo que está incólume son los rayados en las murallas, hasta recuerdo en cual de ellas rayé alguna vez, pero no me animé en ir a chequearlo. Algunos rayados son notables, por ejemplo «el hombre casado es el animal doméstico que menos pasa en casa», o este otro, «el dinero no hace la felicidad, la compra hecha» o el tierno «me gustas más que la cuenta». En fin, pude comprobar que el turismo trajo también rayados en múltiples idiomas, rayado sobre rayado, un tapiz multicolor.

La comida, como siempre, abundante y sabrosa. Ensaladas, consomés, picoteos, carnes, pescados, etc., presentadas en una carta muy graciosa, que incluye una pequeña variedad de vinos.

Rápidamente me tenté con una reineta a la diabla (filete de reineta envuelto en papel aluminio cocinada con vino blanco, ajo y mantequilla) y acompañé con una rica ensalada caramaño (trocitos de queso de cabra, berros, lechuga, tomate deshidratado, aceitunas negras y sésamo tostado). Una combinación exquisita para mi cena.

Complementé, como corresponde, con una botella del ensamblaje Terroir La Cuesta de Tarapacá, una buena mezcla de cabernet sauvignon y syrah del 2007. Quedó fantástico.

Gran regreso, rico y a un muy buen precio.

Festival de Montaña 2009 : gran jornada

Ya van 10 años de este festival y aunque no se publicita mucho, sigue atrayendo a muchas personas y de todas las edades.

Con la profusión de carreras de ecoturismo en universidades e institutos, hay una gran masa de fanaticos de los deportes de montaña. Un país recorrido de punta a cabo por una maravillosa cordillera no podía ser tan ciego acerca del tesoro turístico y de disfrute que tenemos.

Este año se desarrollaron actividades en dos sedes, pero a mi me quedaba bien solo una y por lo tanto fui a disfrutar los fabulosos cortometrajes que se exhibieron en el centro de extensión de la PUC.

El anfitrión de la jornada fue el gran Gastón Oyarzún, hombre de pocas palabras que dio el pase para la exhibición. El primer corto fue vertiginoso, ciclismo de montaña extraordinario, seguido por un corto de montañismo y sky del especialista en backcountry skiing, Greg Hill. Notable!!!

En total 5 cortos hasta que llegamos al intermedio. Al regreso, un grande de la montaña, Doug Scott, realizó una larga pero entretenida presentación de las increíbles expediciones que protagonizó en su larga historia en la montaña. Admirable !!

Para el final un corto con unos locos haciendo escalada libre y saltando barrancos. Uhhhh, aterrador!!

Celebración en Park Lane : exquisito lugar

Providencia guarda, según mi experiencia, la mayor densidad de buenos sitios para disfrutar tanto al almuerzo como en la cena. Hoy fue el turno del estupendo restorán del hotel Park Plaza.

Al partir un bien preparado Kir Royal y agua mineral sin gas. El lugar prácticamente lleno, lo cual es notable para un día de semana, pero pone de manifiesto que es un sitio bien apreciado. Sin ser muy grande, está delicadamente diseñado, elegante pero sin excesos. La madera fina y el mobiliario apropiado para una buena experiencia.

La selección de platos no fue fácil, ya que la carta tiene muchas promesas gustosas. Desde un pato con salsa pouvradre servido sobre puré de papas camote y chutney de peras, hasta un filete de tilapia o un fantástico tournedo de congrio relleno de camarones de río sobre un soufflé de berros en salsa cremosa o quizás una variedad de pastas. Ufff, que difícil elegir!!.

Un plato fue el filete de ave florentine en salsa de oporto con un atadito de verduras glaceadas y para mí, unos increíbles escalopines de emú en salsa de grano de cilantro acompañado de una mousseline de habas. Exquisitos!!!!.

Para honrar tanta delicia, elegí una botella de un reserva carmenere de Laura Hartwig 2007, un disfrute total.

Con tantos ricos sabores y la inmejorable conversación, no quedó tiempo para postres (en verdad, tampoco quedaba apetito) y cerramos con un buen café negro acompañado de unos chocolatines amargos precisos.

Bien ganado el prestigio, Park Lane es extraordinario.

Travesía por el desierto florido : belleza por doquier

Este singular y bello fenómeno que recién comienza a mostrarse en el desierto chileno, fue la ocasión propicia para agarrar mochila y lanzarme con un grupo a recorrer la tercera y cuarta regiones en búsqueda de la belleza de una flor de desierto.

El jueves a las 8 de la mañana puntualmente para tomar el transporte que raudo se dirigió a la ruta 5. Una pequeña escala para «complementar el desayuno» y horas después estábamos haciendo picnic en Huentelauquén. Un almuerzo liviano que me vi en la obligación de sumarle unas ricas empanadas de queso (el mejor queso de la zona) en un local que encontré cerca. Dieciseis compañeros de viaje, doce mujeres a las que se añadiría en La Serena otra chica.

La compañía clave fue Tamara una taxonomista botánica, profesora de una Universidad y una biblia de cuanta especie endémica existe en el norte chileno.

Pronto pasamos por los parques eólicos de Canela (I y II) y Monte Redondo, son magníficos y dan esperanza en que las energías alternativas se abren paso en nuestro país. Cerca de las 16 horas arribamos a Morrillos en donde haríamos el primer campamento. En las cercanías ya encontramos diversas muestras de especies florales propias del fenómeno desierto florido. Un buen auspicio!!

Tras el agotador viaje, me fui a mi carpa a dormir antes de las 21 horas (me suena insólito, pero si me duermo temprano en este tipo de actividades). Por supuesto, también me despierto temprano y a las 6:30 horas del viernes salí a recorrer y fotografiar con los primeros rayos del sol. Precioso día!!.

A las 10:30 horas ya habíamos desarmado campamento y nos fuimos rumbo a la zona de Huasco en la tercera región. Pasamos a un almuerzo de campaña en una zona del camino hacia el Observatorio La Silla antes de proseguir viaje hacia el Parque Nacional Llanos de Challe, en pleno desierto.

Encontramos un desarrollo bastante incipiente de la floración, aunque pudimos disfrutar de la gran cantidad de guanacos y hasta zorros, animales salvajes de la zona. Preparamos campamento y más tarde cenamos. Una vez más, me retiré temprano a mi carpa, es una delicia descansar en el silencio extraordinario del desierto.

Al día siguiente, tras una incursión profunda en el desierto, pudimos comprobar que no había aún muestra del fenómeno de floración y que probablemente los pocos milimetros de lluvia de este año no serían suficientes para que se desarrollara. Una pena.

Decidimos movernos hacia Punta de Choros, asi que nuevamente levantamos campamento y a la carretera. En el camino encontramos una gran cantidad de zonas florecidas que hicieron las delicias de nuestras cámaras. Precioso lugar y con un viento tremendo que hizo complicado montar el campamento, pero eso se compensó con creces por la deliciosa cena que preparamos y que se vistió de gala con unas empanadas de locos y camarones que conseguimos en el lugar.

Por la mañana, a las 7 salí a recorrer el litoral para regresar finalmente a desayunar y desarmar una vez más el campamento.

Durante el regreso nos detuvimos innumerables veces para fotografiar fantásticos parajes llenos de flores y paisajes insólitos.

Hermoso paseo y una miríada de imagenes maravillosas de este desierto florido que recién comienza.

Opera Turandot : la tragedia de amar

La ópera inconclusa de Giacomo Puccini es sin duda alguna una pieza formidable y esta noche fue mi turno de disfrutarla en el Teatro Municipal con un increíble reparto internacional.

Una historia ubicada en la China legendaria, en donde una princesa (Turandot), portadora de una impronta trágica, impone a los hombres que la aman (o la pretenden) la solución de tres enigmas y en caso de fallar, son decapitados. Esa es su venganza por algo que ocurrió a un antepasado. El noble (Calaf) que finalmente la vencerá es justamente aquel que resolviendo los enigmas y al no lograr el amor de la princesa, en último término le regala su vida y la desarma con un beso. El personaje de la esclava Liu, acoge toda la ternura de alguien que ama sin pedir nada a cambio y da su vida suicidándose para salvar la vida de quien ama en secreto. Ella es el contrapunto femenino de Turandot, quien solo reclama las vidas de quienes la aman.

Una escenografía maravillosa con figuras descomunales (cuales guerreros de barro), sedas y relucientes metales. Los trajes preciosos y el más grande reparto que he visto en escena. Casi 80 personas en el escenario, cantando al unísono. La verdad es que varias veces durante los tres actos de esta ópera, la piel se me puso como de gallina. Extraordinaria obra!!!

La precisión de los detalles, la fantástica Orquesta Filarmónica de Santiasco a cargo del notable maestro José Luis Dominguez, hicieron la delicia de un público extasiado.

A la salida me quedé pensando en aquellas personas que poseen un afán similar a Turandot, destruyendo a quienes les aman y que incluso ni siquiera son conscientes de que se están vengando como es el caso de Turandot. En el universo psicológico de los personajes, están los que aman incondicionalmente, los que aman como desafío a su destino y los que solo buscan la venganza y la destrucción del otro. Lo interesante es que Puccini logra resolver el dilema y hace caer en el amor a Turandot en manos de Calaf y la felicidad llegó al reino. Notable!!

Como muchas otras veces, mis aplausos para el gran trabajo del Teatro Municipal.

Refresco musical dieciochero : jazz en el Club

En un país sometido a sus propias fiestas patrias, encontrar una alternativa a veces resulta difícil. El único club de jazz con una propuesta atrevida por no ser dieciochera, fue el viejo y bien querido Club de Jazz de Santiasco.

Como era de esperar, un Club semivacío, pero no menos entusiasta. Somos pocos pero somos los mejores!!!. Nos vamos a divertir.

Más tarde de lo acostumbrado, un inspirado Marcos Reyes, contrabajista excepcional, con la guitarra de Diego Riedemann y la extraordinaria batería de Luis Mora, le dan tensión creativa y rítmica al Club. Temas exigentes que obligan a cada músico a entregar lo mejor de su talento.

Son piezas rápidas, de gran ritmo y complejidad, para hacer aplaudir a las 1o mesas que tienen ocupantes. pocas veces he visto el Club tan desocupado, pero estoy sorprendido de la armonía, la complicidad y el disfrute.

Un pequeño intermedio y aparece la segunda banda, la lleva Hugo Rojas un habitué del Club, un bajista de corazón y que toca en raro rictus corporal, una nueva guitarra a cargo de Francisco Saavedra y la indispensable presencia del batero Luis Mora, un filete!!!

Continúa el despliegue de talentos, cada vez más propios de maestros, una delicia para los oyentes. Todo conduce indefectiblemente a la jam session en que todos los virtuosos tienen cabida.

Gran noche de jazz!!!

Biketrekking : auditoría 2.0

Hace unas semanas atrás inicié un nuevo tipo de disfrute que llamé biketrekking y que me permite disfrutar Santiasco en mi cleta. Una variante que me gustó es hacer un chequeo vivencial de las ciclorutas y de ahí que relato a continuación mi segunda auditoría.

Partimos el paseo por la linda ciclovía de Pocuro, probablemente la mejor lograda de todas las existentes en Santiasco. Conduce rápida y disfrutablemente hasta Tobalaba, cruzando miradas con muchos usuarios de la ruta y hasta un pequeño percance con una hermosa chica en patines que se cae estrepitosamente (sin daños) enfrente nuestro.

Cruzamos Tobalaba y allí nace otra ciclovía por Isabel La Católica (lo sería?), esta vez por la calle pero bien señalizada y con una protección de topes de goma. Allí vi el primer semáforo para ciclistas en este recorrido, que lindo!!. Un detalle que te hace sentir considerado.

La cicloruta termina en Américo Vespucio, pero allí en forma natural se dispone de una ciclovía por dentro del parque central. Gente corriendo, otros aprovechando las barras de ejercicios o simplemente caminando en un día soleado y hermoso. salvo por el cruce en avenida Colón, es un trayecto seguro y bien señalizado que nos lleva hasta el sector de la Pirámide. En este sector ya no existe ciclovía, pero con un poco de ingenio y cierto arte de evitación de obstáculos, nos lleva a la entrada del maravilloso Parque Metropolitano.

Nos adentramos en el Parque, ascendiendo por sus lindos caminos y deteniéndonos para tomar fotografías de las flores y árboles en primaveral esplendor. Un mote con huesillos, fresco intermedio y descendemos rápidamente (51.6 Km/hr marcó mi velocímetro) hacia el sector de Pedro de Valdivia Norte.

Ya en el plano, enfilamos hacia el sector de Bellavista, deambulando libremente entre sus calles hasta encontrar en Santa Filomena con Pío Nono, un nuevo segmento de ciclovía. Bastante práctico, nos dejó en el Parque Forestal y allí enrumbamos hacia el Bellas Artes. Cada día está más lindo este parque, uno de mis favoritos.

En el taquillero sector de Bellas Artes, un nuevo stop, ya que las cervezas belgas y alemanas son una delicia que no dejo pasar. Nos bebimos una cerveza alemana exquisita en el Psicosis, antes de seguir hacia calle Carmen. En la intersección con calle Curicó, nos separamos y decidí continuar mi auditoría por la ciclovía que ahí comienza.

Quedé francamente sorprendido de la falta de educación de los automovilistas que sin asco, se estacionan en la ciclovía. me divertí fotografiando a la mayoría de los autos que encontré. El caso más patético y broche de oro de la oligofrenia de algunos, fue un tarado y amigotes haciendo una parrillada en la ciclovía (imagino que para no ahumar su casa). No pude sacar la fotografía porque corría riesgo mi integridad física. En fín, hay algunos ejemplares interesantes no?.

La cicloruta, bastante buena salvo por la necesidad de esquivar árboles, letreros y autos me llevó hasta la avenida Las Industrias en la comuna de San Joaquín. Si bien había una continuación, el hambre pudo más y decidí regresar.

Retorné hasta encontrar la ciclovía que va por el parque central de avenida Matta, una ruta bastante bien lograda y que termina en Vicuña Mackenna, aunque me puso rápidamente en el Parque Bustamante, en donde pude comenzar la última fase de mi biketrekking.

Comencé a zigzaguear por las calles, disfrutando la diversidad arquitectónica de este sector entre Providencia y Ñuñoa, hasta que conseguí ensamblar en la ciclovía de Antonio Varas y llegar a casa.

Conclusiones de la auditoría : no existe conectividad entre las ciclovías (bueno, ya lo sabíamos), el principal problema es la falta de educación (de los motorizados y otros) y que a veces la ciclovía, es más un discurso políticamente correcto que una realidad funcional para el ciclista. Con todo, igual es disfrutable el paseo.

Jam session : jazz de media semana

No es un misterio que soy adicto al jazz en vivo y especialmente en mi lugar favorito, el Thelonious. Pero más me gusta los miércoles porque esas noches se puede disfrutar el talento de muchos músicos chilenos de campeonato.

El grupo base lo forma el guitarrista Mauricio Rodriguez (La Marraqueta), el baterista Carlos Cortés y el contrabajo de Rodrigo Galarce, quien fue reemplazado en esta ocasión por Pablo Vidal, con mucho acierto.

Los primeros temas fueron creando el ambiente en el club, el cual estaba muy lleno, lo cual me alegra mucho pues muestra que un buen espectáculo se puede exhibir a media semana, en vez de concentrarlo todo en viernes y sábado, como suele ocurrir.

A medida que avanzó la noche, fueron rotando otros músicos en la batería, en el contrabajo y el aporte notable de Cristián Gallardo en el saxo.

Excelente trabajo y un aplauso adicional a Erwin, el gran poeta anfitrión de este club y mejor amigo.

Pata Negra : rica experiencia

Regresando en cleta de mi acostumbrado ascenso al cerro San Cristóbal, un fin de semana hace algo más de un mes detecté la existencia de este lugar de pequeña fachada. Ya era hora que lo visitáramos.

Entramos y lo primero fue reconocer una rica música lounge a un volumen adecuado, la iluminación tenue y un bar muy activo. Apenas nos sentamos, nos ofrecieron un par de cartas, una de comidas y la otra de bebestibles.

Para comer, la carta ofrece una increíble variedad de pinxos (más de 20 bocados de pan baguette con creativas combinaciones sobre éstos). Además tapas, ensaladitas y otras cosas que no recuerdo. La otra carta, presenta una selección estupenda de vinos, cervezas (birras) y tragos por doquier.

Considerando el hambre acumulada, pedimos unas albóndigas rellenas de queso y envueltas en una exquisita salsa con tomates y especias. Una maravilla, que acompañamos rapidamente con un ensamblaje adorable, un Parcela Nº7 de Von Siebenthal.

Tentados con los pinxos, pedimos los más exóticos para probar, así llegaron un Chavalito, un cabrón, un torero, un pimpollo y un pijo. Españolazos y verdaderamente adictivos!!!!

Buen concepto y deliciosa cocina.

La antigua bodeguita : una picada de lujo

En mi búsqueda de opciones de un buen almuerzo en días hábiles en el centro de Santiasco, me topé hace un tiempo con este lugar aunque solo esta semana me hice tiempo para experimentarlo. Gran acierto!!!

Un sitio de pequeñas proporciones, algo más de 10 mesas, una atención expedita y atenta y lo mejor, comida sana y deliciosa. Todo muy ordenado, estético y limpio, sospecho que el origen alemán de los dueños se expresa claramente.

En un mostrador se apila una gran cantidad de platos preparados, fresquitos del día, muchas ensaladas y sandwiches que se ven deliciosos. Entra y sale mucha gente que viene por un almuerzo para llevar, otros deciden servirse ahí mismo. Pero lo que a mi me cautivó fue el menú del día, cada día distinto y con opciones interesantes.

Mi combinación ideal fue para partir un rico jugo de naranjas y platano preparado en el acto. Rapidamente apareció una crema de verduras, un gran bowl hirviente y de un sabor exquisito. Seguí con unas croquetas caseras de carne acompañada de puré (papas de verdad!!) en un plato enorme y que debo confesar, me costó comer completo. No iba a dejar nada porque estaba demasiado rico.

Delicioso lugar, una gran opción santiasqueña.