La mujer puerca : un monólogo ejemplar

Un día de lluvia, un día de temblor sobre 6 grados, en fin un día muy peculiar. Nada me impediría ir al teatro para ver una de esas grandes obras del espectáculo argentino que trajo el GAM a Santiasco.

Llegué al filo del comienzo y me sorprendió ver tanta gente a pesar de un comentado temblor que normalmente inhibe a muchos (aunque no entiendo porqué si Chile es un país sísmico para siempre).

Me instalé al medio y 20 segundos después decidí que era mejor mirar desde arriba y me fui a la última fila y al centro. Esta posición era formidable para ver el desempeño de la argentina Valeria Lois, maravillosa ella, en esta historia densa por la carga insoportable de la estupidez de la iglesia que sigue estimulando idioteces infames como el sacrificio de la carne para la elevación del espíritu. Un monólogo sorprendente, desde la niñez de una huérfana hasta la adultez de una mujer que sacrifica su cuerpo en la prostitución espiritual en busca de ser salvada de esas promesas sin sustento que la empresa eclesiástica hace creer que tienen sentido.

No pude abstraerme mientras veía esta obra de cómo la iglesia amaestra a personas buenas en la creencia de algo que no existe y que deben aceptar situaciones insoportables como preámbulo a mejores vivencias, que obviamente nadie cumplirá. Es una obra tierna y al mismo tiempo dolorosa, la actriz llora en escena en su búsqueda incansable por ser llevada al alero de un dios (inexistente obviamente), una santidad que le salve de su inicial orfandad.

Notable obra!!

Ascenso Volcán Antuco : gran experiencia

Afortunado me sentí cuando me avisaron con suficiente tiempo para organizarme y poder asistir a un nuevo desafío de montaña. Mi gran amigo Ricky me incluyó en el grupo que organizaba el paseo, el mismo grupo con el cual hemos hecho otras geniales aventuras en el pasado.

Para el día señalado, estaba a las 5 de la mañana levantándome para llegar al punto de encuentro con mi mochila. Nos encontramos con alguna tardanza con mi gran partner Ricardo y su compañera, con quienes iniciamos el largo viaje hacia la octava región. Un viaje divertido, acompañado de buena música de Soda Stereo, Cat Stevens, Pink Floyd  y varios autores nacionales. Una parada para comer algo y un encuentro con los otros participantes de este periplo. El grupo original en esta ocasión creció de manera sorprendente hasta 25 participantes, toda una multitud!!.

Instalados en las lindas cabañas que Ale consiguió vía Internet, dedicamos el resto del día a descansar y preparar nuestro equipamiento para el desafío que enfrentaríamos la siguiente madrugada. Un grupo de este tamaño no tenía cabida en un mismo lugar, así que quedamos repartidos en varios sitios de camping en el entorno del Volcán Antuco, a 50 kilómetros o menos de éste.

Esta noche cociné unos fetuccini con salsa huancaína, cebollín y jamón serrano para Ricky, la chinita y mi persona, mientras Giorgio y Samantha cocinaron unos espaguetis a la bolognesa para acumular energía para el desafío del siguiente día.

No creo que fuera más tarde que las 21 horas y nos fuimos progresivamente a dormir ya que había que madrugar. Lo concreto es que a las 7 de la mañana ya estábamos mirando el volcán Antuco, bajo la lluvia, tras recorrer los casi 40 kilómetros que nos separaban desde la cabaña.

Tras los preparativos habituales, comenzamos el ascenso, caminando cerca del andarivel de arrastre de las canchas de esquí de Antuco, un ascenso en penumbra, pero razonablemente adecuado. Si bien era deseable que todos llegasen a la hora acordada, finalmente fuimos 13 los que partimos en el ascenso. La nieve estaba bastante buena, acartonada, por lo cual pudimos avanzar sin grandes dificultades hasta el nivel en que dejamos atrás las canchas de esquí. A través de las radios, nos enteramos de quienes nos seguían, por lo cual poco a poco se iba completando el contingente de malayos en curso.

Aunque la luz del sol comenzó a aclarar rápidamente, el viento y el frío nos mantenían alertas acerca de lo que venía. Avanzamos hacia la izquierda buscando el filo del cerro y poco a poco fuimos dejando atrás a algun@s compañer@s, quienes cansados o quizás desganados decidieron descansar. Una densa neblina además del frío estaban complicándonos.

Finalmente, con mucho esfuerzo, inmersos en la densa nube que cubría la cumbre del Antuco, nos juntamos los 8 malayos que llegamos hasta ese lugar, luchando con unas ráfagas de viento insoportables y con una visibilidad mínima. Por la radio acordamos juntarnos y no seguir avanzando, ya que la seguridad es más importante que nada.

Estábamos a 300 metros de la cumbre tras varias horas de ascenso, pero había demasiado viento y a pesar de habernos puesto los crampones y usar el piolet, el equilibrio era precario. Ahí es cuando yo valoro la cordura y el buen espíritu de los malayos, nos juntamos y discutimos si era razonable continuar, considerando que detrás nuestro venían una veintena de personas. Acudimos a la cordura, dada la pendiente, el frío y la tremenda fuerza de los ventarrones, había riesgos que no eran adecuados para todos. En fin, decidimos abandonar, tras hartas horas de ascenso, lo cual no nos hace felices, pero nos da la tranquilidad de no exponer a nadie a riesgos improcedentes.

Tras unas fotos, comenzamos el descenso y nos fuimos encontrando con otros compañeros de aventura, al mismo tiempo que el clima cambiaba de manera sorprendente. Tras algunas horas, el sol reinaba en la cordillera, quemando por reflejos en la nieve, nuestros cuerpos. A pesar de ello, en la cumbre siguió presente la nube lenticular, esa maldita nube que garantiza mal clima y muchos riesgos.

Ya en el estacionamiento, aprovechamos de ir a conocer el lago del Laja mientras llegaban todos los malayos en aventura. Posteriormente, nos encontraríamos en las cabañas en donde habíamos arrendado un quincho formidable en donde tuvimos un asado a la parrilla de campeonato hasta altas horas de la noche.

Que bien lo pasamos los malayos!!!

Red Bull Flying Bach : una maravilla

Pueden imaginar que la docta música de Bach, El clavecín bien temperado y la Tocata y Fuga en Do Menor puedan combinar con el baile callejero?. Pues bien, este espectáculo nos dejó maravillados.

Una compañía de breakdancers, Los Flying Steps, tomaron el reto de hacer su arte callejero en combinación con la extraordinaria música de Johann Sebastian Bach y dejar locos a la audiencia. De origen alemán, hoy bastante más cosmopolitas, estos atletas del baile callejero llegaron al Teatro Municipal de Las Condes con este espectáculo sorprendente.

Llegamos al filo de la hora de partida, aunque finalmente partió con al menos 10 minutos de atraso (chilean style), hasta que aparecieron dos damas una al piano y otra frente a un clavecín y comenzó la movida. Una chica sueca de fabulosa anatomía y desempeño de ballet, inició el espectáculo. Pronto los chicos, atletas  impresionantes, mostraron como es posible acompañar los acordes clásicos de Bach con acrobacias impresionantes, lo cual se extendió por toda la función. Combinando soportes audiovisuales con música electrónica y la impecable ejecución del piano y el clavecín, fuimos testigos de una representación maravillosa. Todavía veo volar a estos artistas por el aire, no por nada han sido campeones mundiales 4 veces en el arte del breakdance.

Aplaudidos de pié por un repletísimo Teatro, quedó en evidencia que habíamos asistido a algo sorprendente.

Retorno al Capperi : comida deliciosa

Me parece que no comenté antes que en mi última visita a este rico lugar me había decepcionado mucho del servicio. Estaba acostumbrado a ser atendido por un par de bellezas, dos chicas hermosas que además eran definitivamente expertas en su labor y eso es impagable. Venciendo mi regla que dice, jamás vuelvas a un lugar en que no te atienden bien, decidimos volver con mi partner. La verdad es que la comida italiana de este sitio es fantástica y apostamos que habrían mejorado en el tiempo que dejamos de visitarlo.

Nos instalamos en el ante-patio, ya que la temperatura ambiente no daba como para ir directamente al patio, un espacio exquisito en otras épocas del año. Pedimos nuestras aguas minerales de rigor y un Suppli al Ragu Romana, un antipasto fantástico que es imperdible.

Los platos de fondo fueron una lasagna bolognesa para mi partner y una pizza mediterránea para mí (la mejor pizza del lugar), todo lo cual acompañamos con un reserva Tabalí carmenere delicioso. Gran conversación y divertidos momentos siguieron durante este placentero momento. Para los postres, compartimos un rico helado de avellanas, una delicia italiana.

Por cierto, la atención recuperó el nivel aunque ya no están las preciosas chicas de antes.

Conversaciones deliciosas en Le Bistrot

Juntarme con mi entrañable amiga Carlita es siempre un placer. Una abuela que aparenta 30 años, inteligente, divertida y por sobre todo una gran amiga con la cual intento almorzar cada vez que es posible.

Tras varios intentos fallidos en la agenda, logramos coincidir y pasé por ella a su trabajo y nos fuimos en busca de algo delicioso que disfrutar en esos escasos momentos que el laburo permite. Llegamos a un Le Bistrot bastante lleno, pero nunca tanto para que no nos quedara una mesa para nosotros. Una vez instalados, los atentos mozos, llegaron con las cartas, la habitual botella de agua fresca y unos deliciosos panecillos. Por la ventana, veo que me hacen señas y allí estaba un gran amigo de los 80’s que almorzaba con otro amigo, no me hice de rogar y acudí raudo a los abrazos y una breve conversación de reencuentro y actualización, por cierto, de nuestros punteros.

Retornado a mi mesa, ya habían llegado los aperitivos, pisco sour y mi kir royale, momento preciso para celebrar el encontrarnos y poder conversar. Para los fondos, tenté a Carlita con un magret de pato mientras yo me empecinaba con un filete a la pimienta que tanto me gusta. Carlita es una de las pocas personas con las que puedo compartir una botella de buen vino, sin tener que dejar o beberla casi solo, por lo cual elegí un buen exponente del malbec del Cachapoal. Una delicia que disfrutamos como corresponde.

Cuando terminábamos el almuerzo mi buen amigo Miguel, a quién había saludado anteriormente, se acercó a nuestra mesa para contarme del cumpleaños de otro gran amigo y de paso conocer a mi buena amiga. Poco después, sin tiempo para los postres, pedimos esos cafés negros que terminan deliciosamente un buen almuerzo.

Gran lugar Le Bistrot!!

Zoo : otro disfrute con Manuela Infante

Hace bastantes años que sigo el trabajo teatral de Manuela Infante, talentosa directora que consigue sorprenderme con su ingenio y originalidad. En esta ocasión, fuimos a ver Zoo en esta reposición tras haber perdido la oportunidad en el Santiago a Mil de este año y también cuando se estrenó el 2013.

Llegamos con cierta anticipación al Centro Cultural Estación Mapocho con el objetivo de obtener una buena posición dado que los asientos no eran numerados. Tras ubicarnos, quedamos expectantes a la sorpresa que siempre produce Manuela y su compañía Teatro de Chile.

Dramaturga estudiosa, cuida los detalles como pocos y quizás eso hace tan geniales sus historias. En esta ocasión, dos científicos -muy divertidos por cierto- presentan sus hallazgos de una etnia ya desaparecida de Tierra del Fuego, los tzoolkman, en abierta referencia a los verdaderos y extintos habitantes del extremo sur de Chile.

Los indígenas, más allá de su humanidad son ciertamente objetos de estudio y por sobretodo parte de un zoológico humano en que son convertidos los distintos, los que están afuera del status quo evolutivo. El giro notable es como estos individuos condicionados por los experimentos, adaptados a las condiciones del cautiverio y bajo permanente observación, van evolucionando al punto de convertirse en sus propios observadores.

Con muchos guiños al deforme trabajo científico, a la necesidad de explicar las cosas desde la perspectiva del observador, la obra es 100% disfrutable y al mismo tiempo cuestionadora, al estilo delicioso de Manuela.

Un trabajo extraordinario de los actores nacionales Cristián Carvajal, Ariel Hermosilla, Héctor Morales, Juan Pablo Peragallo y Valentina Parada, bajo la rigurosa dirección de Manuela Infante. Un gran filete!!

Tras este disfrute nos fuimos a cenar algo rico al Casa Luz en el barrio Italia. Un sitio que nunca nos ha fallado y que vale la pena visitar. Partimos con agua mineral y mi disfrutable kir royale para acompañar unas croquetas de jamón serrano exquisitas.

Para los fondos, un risotto de locos y un plato de linguini que acompañamos con una botella de Tabalí reserva pinot noir, uno de mis preferidos. Como pocas veces, nos alcanzó el impulso para un rico postre compartido, un helado artesanal de campeonato.

Exquisito lugar!!

Sentido del humor : una obra emocionante

Esta era la última función de esta obra de teatro en el Teatro Mori, por lo que nos sentíamos afortunados de alcanzar a verla. Aquí estamos frente a una obra que recrea la insólita fuerza de los presos políticos de la dictadura chilena para sobrevivir en los mismos campos de exterminio como Pisagua.

Antes de ingresar ya divisamos a Jorge Chino Navarrete entre el público, él es el personaje principal de la obra y él lo sabe. Un escenario mínimo que demuestra la precariedad en que estuvieron esos prisioneros de los primeros años de la dictadura chilena. Un lenguaje muy chileno y procaz, da fuerza a los diálogos de estos presos que luchan por ganar un día más bajo la política de exterminio del estado chileno bajo el control de Perrochet.

Es una obra fuerte, a veces tierna, pero en todo momento denunciante de lo que ocurrió en nuestro país bajo la infame dictadura. Nadie puede resistir llorar con ese niño de 8 años que quedó preso porque no se separó de su padre que fue llevado a Pisagua y que en esta obra, se convirtió en El Principito de Saint Exupery. Es un pasaje mágico de esa obra universal y justamente en la escena del zorro y el principito, cuando declama el zorro que antes de jugar lo debe domesticar, es decir, crear lazos. Linda enseñanza.

Una obra triste y con humor a la vez,, pues solo el humor es capaz de transformar las peores cárceles en algo con sentido. Gran trabajo actoral, pues logra transmitir la emoción de la precariedad y la fortaleza de la inteligencia y el humor.

Al finalizar la obra, hubo aplauso cerrado para los actores y especialmente para Jorge Chino Navarrete presente en la sala para esta última función. Honor y gloria para los chilenos masacrados por la dictadura.

Paseo dominguero : disfrutes inolvidables

Esta mañana de domingo saqué mi maravillosa cleta para recorrer 2 veces la exquisita ciclovía temporal que hay en las comunas de Santiago, Providencia y Las Condes. Viajé hacia el poniente hasta el Museo de la Memoria, luego enfilé hacia Providencia hasta llegar a Américo Vespucio y regresé a mi hogar con unas decenas de kilómetros de recorrido.

Mi partner llegó tras mi reconfortadora ducha y nos fuimos a caminar hacia el cerro Santa Lucía, más de 30 años que no hacía esto (aunque hace algunos años había ido al Palacio Hidalgo). Un paseo exquisito que me alegró de haber aceptado.

Algo cansados, partimos a disfrutar un aperitivo al Castillo Forestal, ese exquisito sitio que ya visité tiempo atrás. Un jugo de naranjas y una limonada de albahaca fueron el inicio, luego un quiché de 3 quesos y otro de espinacas y queso de cabra fueron un aperitivo excelente.

Seguimos caminando y decidimos disfrutar el Nolita, sitio que ya hemos probado completamente. Partimos con agua mineral y una copa de espumante para mí. Para los fondos, panzzotti para ella y ravioles mediterráneos para mí, una maravilla acompañada con un ensamblaje Botalcura El Delirio.

Para los postres, nada mejor que un caramel de maracuyá y un ciocolatino, además de los cafés negros infaltables.

 

Tierra Noble : una nueva experiencia

Invité a mi madre a cenar tras ver la mágica obra Cirkopolis del Cirque Eloize, una buena forma de extender el disfrute logrado. El lugar más cercano y que parecía interesante fue este restaurante justo atrás del Teatro Municipal de Las Condes.

Había mucha gente, no obstante lo cual pudimos conseguir una mesa en la terraza. Partimos con los aperitivos, pisco sour peruano por parte de mi madre y un kir royal para mí. No estábamos seguros de la naturaleza del lugar, pero comenzamos a adivinar tras leer la carta y debatir acerca de las mejores opciones para esta cena.

Mi madre iluminó sus ojos cuando descubrió en la carta que habían locos, así que hice la orden con locos para ella acompañados de verduras grilladas y un mero a la plancha con risotto de 3 quesos para mí. Adicionalmente, habida cuenta que mi madre y yo disfrutamos beber un buen vino al comer, pedí una botella de Undurraga Terroir Pinot Noir.

Debo reconocer que mi plato estaba exquisito, pero al ver a mi madre un poco complicada con sus locos, probé un bocado y la verdad que estaban incomibles, un verdadero neumático. Llamé al mozo para reclamar y pronto llegó el jefe de cocina quién con gran virtuosismo ofreció cambiar por un pulpo a la grilla en 3 minutos, volvió rápidamente para indicar que sería en 5 minutos, pero salvó la situación y mi madre agradeció el plato de reemplazo. Yo también.

La cena transcurrió agradable a pesar del percance y logramos conversar y disfrutar largamente. Un buen bajativo y posteriormente el café dieron término a esta aventura.

 

Cirque Eloize : Cirkopolis una maravilla disfrutable

Compré con mucha anticipación las entradas para este espectáculo de circo, animado por el convencimiento que nada puede hacer más feliz a mi madre que el circo. En este caso, ya había probado su calidad en su anterior incursión en Chile con la obra Rain que disfruté con mi viejita linda el 2011.

Tras una larga espera enfrente del Teatro Municipal de Las Condes y un accidentado viaje de mi madre en el taxi que la traía junto a mí, ingresamos al teatro.

El escenario vacío excepto por un escritorio, silla, basurero, lámpara y el clown sutil que nos entretendría mucho rato. La obra se apoya en una música excepcional y unas imágenes impresionantes de una ciudad de engranajes en la cual claramente las personas son minúsculas. Este circo es realmente puro y virtuoso teatro, en donde cada escena, en una vertiginosa secuencia de 90 minutos, nos pasean por el virtuosismo de estos sorprendentes artistas. Disciplinas muy diversas, tales como palo chino, malabares, báscula, mano a mano, rueda alemana, banquine, contorsiones y danza dan vida a una obra deliciosa y sorprendente.

De reojo miraba a mi madre que sonreía con tanta diversión (en mi caso estaba absolutamente extasiado y divertido), creo que gozaba como niña y yo como soy no más. Me encantó este circo, con guiños permanentes, con talento y sobretodo con un sentido de lo lúdico que me emocionó.

Siempre recuerdo esos circos pobres de mi niñez y me siento tan afortunado de poder disfrutar la evolución que ha tenido la disciplina circense que nos regala estas maravillas.

Salí feliz por mi experiencia y por lo que vivió mi madre, quien recuperó la capacidad de disfrutar en este nunca es demasiado tarde de la vida.