Lugares transformados : nuevas opciones de disfrutes

Por varias semanas había pasado enfrente del viejo Gatopardo en Barrio Lastarria, cerrado y en evidente intervención. Lo estaban remodelando o se estaba construyendo algo nuevo?. No lo supe hasta que un día de esos, en que voy caminando de forma aleatoria y sin rumbo me encontré con el mismo sitio que visitaba en los noventas y que ahora se había transformado en la República Libre del Pisco, CHiPE Libre, o bien Chile Perú la república del pisco. Debo destacar que este lugar durante muchos años, en los noventas, fue mi sitio preferido para beber cervezas belgas sorprendentes, recuerdo delirium tremens, guillotin, triple de brujas y muchas más. Un filete que fue imperdible!!

Me llamó la atención que manteniendo las características estructurales del local anterior, habían creado una onda muy especial y que evidentemente gustaba ya que había una numerosa asistencia. Reconocí casi toda la infraestructura, pero claramente era otro lugar. Me instalé en la terraza del patio interior y me dispuse a esperar que me atendieran mientras disfrutaba un buen libro de graffitis (The Graffitis Wall).

Un chico del servicio finalmente se acercó a tomar mi pedido, elegí uno de los cócteles basados en pisco (de una increíble variedad disponible) y acompañé unas coquetas empanaditas, una justificación para percibir el lugar. Días después regresé con mi partner para probar otras variedades de pisco y disfrutar un trío de ceviches sorprendente. Este es un lugar que promete buenas experiencias, aunque debe mejorar el nivel del servicio si quiere llegar a ser un imperdible del barrio.

Otra sorpresa me llevé cuando quise revisitar en estos días el exquisito Infante 51,  esperaba una abundante oferta de pescados y carnes y me encontré con una impresionante oferta de abundancia propia del Juan y Medio. No podía creerlo, un Juan y Medio en pleno Providencia!!

Una sonrisa se dibujó en mi rostro y algo parecido ocurrió con mi partner, quien no se imaginaba como se conjuga la palabra abundancia en este lugar.

Partimos con agua mineral y una helada cerveza en un día de canícula imperial, para pedir unas machas parmesanas. Mientras las disfrutábamos, acordamos que dado el formato era adecuado pedir una entraña dividida en dos, una acompañada de tomates y otras (la mía) con acompañamiento a lo pobre (huevo, cebolla y papas fritas!!!). Que delicia comer tranquilos en este lugar.

Una torta milhojas compartida y sendos cafés negros cerraron esta inesperada visita.

Se agradece que los cambios inevitables en los sitios placenteros de Santiasco lleven a nuevas experiencias disfrutables.

Quitral : almorzando lo que se merece mientras se trabaja

Una nueva y necesaria reunión de trabajo, me hizo recordar un lugar que descubrí hace unos pocos meses y que merecía ser revisitado. Invité a mi colega al Quitral en el lindo boulevard Lastarria.

Tras un breve viaje en metro, llegamos e iniciamos la reunión con unos ricos kir royales acompañados con un appetizeer de salmón en dos texturas, formato tártaro y el otro montado en láminas marinadas en betarraga, Buen comienzo!!

Para los platos principales, la selección incluyó un sorprendente congrio frito, un interesante trozo de congrio envuelto en batido tempura con  tinta calamar  sobre un puré de zapallo y delicado pebre, junto a un salmón encostrado en especias con quinoa y puré de aceitunas y albahaca además de tomate cherry más cebollín rostizado. Estos deliciosos platos los acompañamos con un pinot noir Viu Manent a buena temperatura.

Esos pequeños detalles que hacen la diferencia, no favorecen a Quitral, pues al dejar la botella en la tina de agua y hielo aparte, no se preocuparon de estar atentos al momento en que deben rellenar las copas y debí levantarme un par de veces a buscar la botella.

Para los postres, un rico mousse de chocolate (bolitas de mousse de chocolate blanco y bitter – hechos con belcolade, puro chocolate belga – con helado de frutos del bosque) y una selección llamada churromanía, una pequeña y deliciosa grosería.

Habiendo trabajado como correspondía, el cierre merecía un buen café y para mi amigo su té de rigor.

Salvo por los detalles de servicio (punto de mejora), Quitral es un buen exponente de la comida chilena 2.0

 

Parpadeos Vitales : cuentos que para mí son cuentos

Un gran amigo que existe en mi vida desde la primaria, devino con los años en un escritor de ciencia ficción aficionado. Más allá de la prolongada amistad que nos une, la literatura es un hobby en común y ciertamente me interesé en acompañar este proceso con entusiasmo. Por años, recibí por correo algunas entregas de cuentos que me enviaba Eric y que no solo leía con sincera dedicación, sino que tenía la oportunidad de comentarle y sugerirle pequeñas o minúsculas mejoras. Son 20 años los que pasaron en estas interacciones.

Al paso del tiempo, me convencí que si no tomaba la iniciativa para publicar sus notables escritos, mi amigo tardaría demasiado y el tiempo no perdona. Así que en enero, me puse en contacto con otro amigo que posee la Editorial Segismundo y le presenté una pequeña selección de los cuentos de Eric. Fue una gran noticia, recibir a vuelta de correo, la confirmación que eran buenos textos y que se podrían publicar.

El proceso fue largo, demasiado largo y cuando en agosto me entero que la madre de Eric había muerto, caí en la cuenta que ahora él solo tenía sus escritos, ya nada lo ataba a este mundo. Comenzó el vértigo y me convertí en un tirano, presionando al editor y al escritor para consumar el cometido.

Pues bien, esta historia tiene buen final, pues a inicios de octubre ya pude encargar una partida de su primer libro en Amazon.com, los cuales me llegaron a fines de dicho mes. Gran deleite ha significado, releer su primer libro, regalar algunos ejemplares y saber que hay otro en proceso de publicación. Eric es ciertamente talentoso y me siento profundamente orgulloso de sus logros.

Recientemente, nos juntamos compañeros de colegio y  me acompañé de Eric, ese muchacho tímido, quizás poco interesante para la mayoría de nuestro curso, pero que ahora podía ir lleno de orgullo a decirle a todos, siempre fui diferente y hoy soy un escritor. Me llené de alegría ver el sincero interés de todos por esta nueva vida de Eric y estoy convencido que tiene mucho más por contar.

Los interesantes cuentos de Eric, ciertamente son grandes cuentos para mí.

 

 

Barrica 94 : una maravilla en Patio Bellavista

Parece raro encontrar un buen lugar en un boulevard atestado de ofertas de nivel discutible debido a la presión por gustos masivos y de bajo precio. Es un tema histórico y se fue agudizando con el paso de los años con algunas excepciones. Sin embargo, contra todo pronóstico, he encontrado un sitio que ya he ido 3 veces y me tiene francamente impresionado.

Se trata del restaurante Barrica 94, elegante, buen diseño, atendido impecablemente y con una oferta de platos y vinos superior. Ahora les comento.

La primera ocasión, partí con mi habitual agua sin gas y seleccioné de la sorprendente carta un montadito de anchoas. Un appetizer sorprendente. Para los fondos, me di vueltas varias veces por la carta, indeciso y al mismo tiempo ansioso por saber que me gustaría más. Finalmente, me decidí por un filete a la parrilla al que añadí una salsa de syrah y acompañé con un puré rústico. Debo admitir, que fui sorprendido no solo por los sabores sino por la presentación y el delicado servicio brindado.

Considerando el plato que comería y la impresionante cava de vinos, me tomé la molestia de ubicar una botella de vino a la altura y llegué a un Corazón de Indio de Marty una exquisita mezcla de Cabernet Sauvignon, Carmenère y Syrah, envejecido en barricas de roble francés. Inmejorable!!.

No fui capaz de seguir con algún postre, así es que esta primera visita concluyó con un buen café negro. Sabía que volvería.

Para la segunda oportunidad fui acompañado, no solo por lo entretenida que es mi partner sino porque sabía que la iba a sorprender. Iniciamos la incursión con agua sin gas y una coca light mientras compartíamos unos crocantes de prieta (rollito tipo primavera rellena de prieta con arándanos y salsa de ají verde) . Esto es fantástico!!

Luego fuimos por un cancato de salmón y para mí un salmón a la parrilla con salsa de maracuyá acompañado de una  selección de legumbres, ambos platos deliciosos. Acompañamos con una botella de pinot noir Maycas reserva especial, que estaba extraordinario. Claramente es un sitio de vinos, pero a eso suma una carta exquisita y muy gourmet.

En esta oportunidad, había que probar los postres, así es que fue bienvenido un cheescake y un pie de limón, mientras bebíamos las tazas de café de rigor. Claramente, este sitio seguía siendo fascinante!!.

Como soy un obsesivo irremediable en temas de disfrutes, pasó poco tiempo antes que invitara a mi partner a una nueva sesión en Barrica 94. Partimos con un maracuyá sour para ella y un rico sour de albahaca para acompañar un gravlax (appetizer que consiste en finas rodajas de salmón curadas en sal, azúcar y eneldo). Éxtasis al comenzar!!

Para los fondos, mi partner se tentó con un garrón de cordero con puré rustico, mientras que en mi caso, quise probar el plato que solo miré en la ocasión anterior, me refiero al cancato de salmón. Como en esta ocasión solo yo probaría vino, pedí una botella de pinot noir Veranda, un pequeño clásico que venía muy bien a mi plato. Después pensé que podría haber probado algunas cepas por copas, pero ya era tarde para cambiar de opinión.

Nuevamente apostamos por los postres y compartimos una torta mil amores y un pie de limón (recordando lo delicioso que era), además de los respectivos cafés.

Ha nacido un gran lugar, imperdible!!

 

Le Flaubert : buen lugar para disfrutar la amistad

Aunque son ya varios años que visito Le Flaubert, debo reconocer que sigue siendo un delicioso lugar que nunca me ha fallado. En esta ocasión, celebrar el cumpleaños de mi querida amiga Carlita, no podría tener un lugar más propicio; especialmente por que a ella le resulta especialmente disfrutable.

No tenía reserva, pero el ser un cliente habitual del lugar da cierta ventaja y, de hecho, conseguimos una mesa en pocos minutos. Partimos con unos frescos aperitivos de kir royale, mientras paseábamos la mirada por la pizarra, el formato tan típico del menú en este lugar.

Carlita decidió por un salmón ahumado mientras que yo reincidí con el delicioso filete Robespierre (disfrutado en innumerables ocasiones). Para acompañar estos ricos platos y sus especiales sabores, elegimos una botella de syrah del valle del Maule. Magnífico resultado.

Siendo el tiempo la variable crítica, tuvimos tiempo razonable para conversar y ponernos al día, aunque no alcanzamos al postre no perdonamos el indispensable café negro que cerró este rico almuerzo.

Le Flaubert, es una maravilla!!

Con teatro se disfruta Santiasco

Robando tiempo al tiempo, me las arreglo para asistir tantas veces pueda a ver sesiones de buen teatro. Es necesario reconocer que la oferta teatral ha logrado mantenerse abundante y de buen nivel durante el año, lo cual me hace especialmente feliz.

En estos últimos días he tenido la oportunidad de ver dos obras, muy distintas entre si, pero llamativas por su contenido. La primera obra que quiero comentar es Santiago High Tech, un despliegue futurista que antes de comenzar ya te sumerge en una atmósfera de alta tecnología. El escenario en el segundo piso del GAM (sala N2) es diminuto, un cubo luminoso pues está construido con proyecciones de imágenes y el requisito de cambiar tu cédula de identidad  por un tablet. En dicho dispositivo viene cargada una aplicación para poder leer los códigos QR que de vez en cuando saldrán en una esquina del cubo y además con WiFi para que puedas compartir fotografías o comentarios en tus redes sociales.

Hechas las pruebas tecnológicas a la que se invitó a la audiencia por unos minutos, comenzó la obra. El protagonista es XY, un joven inquieto y en búsqueda. Hay que entender que es un futuro en que a nadie le importa lo que haces con tu vida, puedes relacionarte con parejas de cualquier género sin ser objetado, incluso puedes suicidarte sin problemas. XY deambula en las noches por esta ciudad luminosa y trepada en la cordillera, para encontrar un otro significativo que haga latir fuerte su corazón. Encuentra una chica, relatando su propia experiencia mientras la vive, como si escribiera el guión de su propia experiencia. Le gusta la chica y hay posibilidades de contacto. En otro momento, encuentra a un chico y también su experiencia es de seducción. Sus madres (no hay padre, solo tiene dos madres de plateadas pelucas y liberales ideas) no solo no le cuestionan sino que le incentivan a probar con ambos sexos. No hay rollos, solo experiencias.

En el paisaje nocturno, suelen verse suicidios, personas que se matan lanzándose de las altas torres de este Santiago del futuro. XY explora su sexualidad, investiga acerca de la experiencia del amor, lo más etéreo pero lo más deseado. Cada cierto tiempo, aparecen códigos QR y usando el tablet podemos observar una escena complementaria a la que que visualizamos en vivo. Que interesante experiencia!!!

La siguiente obra me resulta muy querida porque es el retorno de la Compañía de Teatro Poético de mis amigos Mónica Mascaró y Gatillo. Me refiero a la compañía Le Grand Blue. que repone una de sus mejores obras con poesía de Vicente Huidobro, los magníficos textos del increíble  Ricardo Duhart, la música de Gatillo al piano y en esta ocasión la presencia en vivo de Magdalena Matthey además de los músicos Marcelo Arenas en batería y Diego Sepúlveda en saxo y clarinete.

Muchas mujeres en escena y un único Procopio, el hombre de la casa que disfruta abiertamente serlo. Robustiana, el personaje central y la «señora de la casa» es el centro de la atención de los demás, terriblemente aprensiva pretende tener el control de todo lo que sucede en esta extraña casa en que todos conviven. Desde una abuela lasciva, hasta una cuarentona y soltera hija de Robustiana. Extrañas fiestas, enredos y diversiones que poco a poco van revelando el verdadero sentido de lo que ocurre. Las innumerables y queridas  corbatas de Procopio, especialmente la roja que asemeja la cola de un gato en el imaginario poético, mantiene el diálogo esquivo de Robustiana, mientras poco a poco los personajes femeninos, devenidos en fantasmas van abandonando la casa en la medida que Robustiana descubre lo más preciado de su existencia, el amor de Procopio, ese gato rojo que finalmente le permite aceptar la muerte. Linda obra que gustoso me he repetido.

Ahora hago votos para ver de nuevo El Cantar de los Trenes y el esperado estreno de Pippy, con Le Grand Blue. Santiasco se ve mejor en el teatro!!

 

Visitando Buenos Aires, 5 días de disfrutes

Buenos Aires es una de mis ciudades preferidas, siempre interesante e intensa. Habíamos planeado este viaje hace un buen tiempo y ahora estamos de madrugada al aeropuerto para tomar el avión que nos lleva a la aventura.

Un viaje corto, contratar un taxi con un siempre opinante chofer que nos llevó por un ruta nueva evitando los «piquetes» y que nos puso en evidencia la precariedad social de Argentina, debatida entre su nacionalismo y la enorme corrupción.ia

Temprana llegada al hotel en donde afortunadamente nos permitieron el checkin antes de la hora prevista. Aprovechamos la ocasión y salida a pasear, revisamos carteleras de teatro en calle Corrientes, la visita obligada a mi tienda preferida  de música en Corrientes con Callao, para caminar finalmente hacia Puerto Madero, en búsqueda de un buen sitio de carnes. Tras unas vueltas no nos quedó dudas y el almuerzo debía ser en La Cabaña, el reemplazo natural de mi recordada Caballeriza.

Este día quedó marcado por el funeral, inevitablemente esperado, de Gustavo Cerati, ídolo total y que todo el mundo lloró como se lo merecía. Yo también

Un sitio elegante y hermoso, partimos con agua y  bebida cola (solo tienen pepsi!!). Entusiamé rápido con un aperitivo de  provoletta. que nos acrecentó el apetito para poder ir a los fondos. Con el hambre acumulada mi mente solo se focalizó en una pamplona de lomo, mi partner no pudo resistir la tentación de un ojo de bife, que acompañamos con  papines al chimichurri y una botella de Malbec Finca La Linda delicioso. Tras el banquete iniciático, café negro.

Cansados, hicimos la caminata de regreso al hotel, una buena siesta y nos fuimos de largo. Inesperado desenlace del primer día, pero muy beneficioso para el cuerpo.

Iniciamos el segundo día con la compra de entradas para ver la obra Novecento en el Metropolitan, luego nos aventuramos hacia la hermosa librería El Ateneo, en donde compramos algunos de esos buenos libros que no llegan a Chile. Terminada la visita bibliográfica nos fuimos de visita al cementerio de La Recoleta en búsqueda de aventuras. No dimos con la tumba de Eva Duarte, más conocida como Evita Perón, pero conocimos mucho de la opulencia del siglo 20 y el anterior  en Argentina.

Seguimos caminando para llegar al Museo de Bellas Artes y encontrar una impresionante muestra del aniversario de Cortázar al 100%, es un museo extraordinario y además gratuito. Tras recorrerlo, fuimos caminando nuevamente hacia el Malba, con una decepcionante muestra de arte en donde solo rescatamos el arte kinético de Le Parc Lumiere.

Regresamos a La Recoleta por un almuerzo en el café Victoria, partimos con gaseosas,  para rápidamente pedir unas milanesas de lomo napolitana, acompañadas con una tortilla española y una ensalada de 5 ingredientes. Como era obvio añadí una buena botella de malbec familia Gascón. Para los postres, una compartida  crumble de manzana y café negro.

Por la noche, fuimos a ver a Darío Grandinetti en Novecento. Un teatro muy lleno y una escenografía mínima, solo una plataforma inestable que asemejaba la cubierta de un barco, pero luego llega este increíble actor que llena todos los espacios contando como monólogo la historia de ese pianista criado en un barco y que es la quintaesencia del virtuosismo pianístico. Grandinetti es un genio, no requiere más soportes que su propia imaginería para hacernos creer todo y emocionarnos hasta las lágrimas en su relato. Incluye en su relato esa escena sorprendente de la película que espero ver completa algún día.

Amanece otro día y tras el desayuno, vamos por la  compra de entradas para 2 obras de teatro para la noche. Luego tomamos metro hacia Palermo, para hacer un gran paseo por Palermo Soho, el barrio alternativo de Buenos Aires. Probamos un buen almuerzo en Estilo Criollo, gasesosas, medallones de lomo a las 4 pimientas, un especial de bife y molleja, acompañados de una buena botella de malbec Finca La Linda y un postre compartido junto a un buen café.

Tras el almuerzo, nos fuimos de paseo al zoológico de Palermo, de verdad que comparado con mis anteriores visitas se ve enorme y mucho más cuestionador para mis creencias. Sigo creyendo que esos animales estarían mejor en sus propios habitats, por supuesto que si los dejaran vivir así los depredadores humanos.

Por la noche, partimos a ver la obra La Omisión de la Familia Coleman, un exitazo teatral  por varios años que muestra de forma dramática el devenir de una familia al borde del colapso y que solo se sostiene en la impostura de muchos «deber ser» de sus integrantes. Algo nerviosos por lo visto salimos del teatro para un paseo por librerías, haciendo tiempo para la siguiente obra de teatro. La obra final para este día era Red, una formidable actuación de Julio Chavez  y Gerardo Otero. Al inicio se ganó mi odio el personaje del pintor que hace Chavez, el egocentrismo llevado al extremo y en contraste con la humildad del aprendiz Otero en ese estudio de pintor. Una aleccionadora sesión del sentir profundo del artista enfrentado al reto de un millonario encargo para pintar su arte abstracto en un nuevo restaurante, para descubrir finalmente que ese encargo es el inicio de su decadencia y muerte como artista.

Salios consternados con la obra pero con hambre suficiente para ir por una pizaa a Capriatti. una exquisitez  de jamón y morrón acompañada de una rica y fresca sangría.

El siguiente día era domingo, ocasión imperdible para el paseo a la feria de San Telmo, antigüedades, baile y musica callejera, artesanía y mucha buena onda. Una mañana deliciosa disfrutando esa especial convivencia con el mundo real, con gente de verdad y nada de facebook ni twitter.

Tras varias horas de paseo, almorzamos en un restaurante de calle Corrientes, elegimos pra compartir una abundante  fuente de entrañas, morcillas, mollejas y chorizos que acompañamos con un Malbec de la bodega Catena Zapata, además de un postre  y café.

Esa noche nos quedaba un nuevo disfrute en el Teatro El Picadero con la obra El Crédito, una obra deliciosamente sorprendente en donde el humor ocultaba la dispareja y a veces sangrienta realidad que enfrenta el ciudadano común enfrente de los bancos, pero con un giro divertido en que el débil es capaz de manipular al poder y hacerlo caer en sus propias contradicciones. Deliciosa obra!!

Al regreso del teatro pasamos a cenar  al Il Gatto, un buen Malbec Alamos y gaseosas para acompañar unas deliciosas y nocturnas pizzas.

Cómo es inevitable, el ultimo día llegó y decidimos disfrutar un  largo desayuno antes de hacer el  check out. Guardamos el equipaje y partimos nuevamente hacia Puerto Madero para conocer la reserva natural al borde del Río de la Plata, un paseo divertido y lleno de buenas conversaciones. En algún punto, descubrimos el Museo del Humor, en esta ocasión dedicado a Quino y su gran personaje Mafalda. Exquisito disfrute que fue el preámbulo del hambre y nuestro retorno al rico restaurante La Cabaña para darnos el último gusto en la terraza frente a los diques.

Partimos con una abundante rueda de achuras, para continuar con una compartida  pamplona de lomo más papines con chimichurri y una monumental botella de Malbec Alta Vista Premium, además de las gaseosas que pedimos como aperitivo. Para los postres, una trilogia de chocolates deliciosa más el insustituible café.

Llegando al final de este lindo paseo, regresamos justo a tiempo para retirar equipaje y tomar el auto que nos esperaba para llevarnos al aeropuerto

Buenos Aires, quiero volver otra vez más!!

500 noches para una crisis, el regreso de Sabina

Ya no recuerdo la cantidad de veces que he ido a un recital de Sabina y jamás me ha defraudado. Aunque sean las mismas canciones, esas letras fascinantes siempre me sobrecogen y deleitan. Me asiste una enorme admiración por este cantante poeta de versos y rimas consonantes que nadie le puede competir.

En esta ocasión, además de sus deliciosas canciones, su show está marcado por la presencia de sus cuadros, una impresionante galería de pinturas personales que completan, en mi opinión, su hermosa mirada sobre la vida, esa diaria y muchas veces nocturna vivencia, que enaltecen al personaje Sabina, ese loco poeta de amores de arrabal y de disfrutes eternos.

La presentación de hoy es una vibrante rememoración de ese magnífico disco 19 días y 500 noches que 15 años atrás nos volvió locos, locos de placer por su monumental creación. En boca de Sabina, fue un momento extraordinario de su vida, en que deja la bohemia como profesión y se incursiona en el amor de una compañera, tardía pero imprescindible y a quién rinde culto.

El escenario en el Womistar Arena, simple como acostumbra pero con un gran telón de fondo para proyectar sus personales pinturas, muchas de ellas sorprendentes y deliciosas. Acompañado con sus habituales músicos que reconozco de inmediato y que me reverberan en sonidos de sus recitales anteriores. El recital va maravilloso, el encanto de sus sonetos imposibles y la belleza de la atmósfera que construye, Sabina sabe que lo hace muy bien, somos un público esclavo, amante de la belleza poética y de los trucos de la belleza vocal.

Más allá de la caricatura que muchos ven en el personaje Sabina, yo siento la potencia creativa de un poeta sobrenatural, un ser que exploró los límites y que llegó finalmente al amos, no como búsqueda sino como consecuencia.

Acompañado en coros por una impresionante mujer, que nos dejó boquiabiertos con su virtuosismo, todo lo cual se añadió a las hermosas imágenes de pinturas sabisnísticas proyectadas al fondo, fue imposible no quedar extasiado con el show. Sabina es un genio admirable!!

Grande Sabina!!!!

 

 

 

 

Rico almuerzo en Círculo Español

Aunque la idea era ir a la Confitería Torres que estaba muy llena, cambiamos de opinión y nos fuimos al Círculo Español a metros de distancia. Este lugar de destino lo he visitado en varias oportunidades y siempre he quedado con la sensación de retroceder en el tiempo hacia una época extraña, de personas con mucho tiempo disponible y que se junta a conversar. Por cierto, el objetivo de este almuerzo era precisamente conversar con mi buen amigo Abdallah.

Ya que yo invitaba, decidí hacer la ocasión inolvidable y partimos con un par de exquisiteces,  pimentones rellenos y otro plato con jamón serrano y queso, mientras bebíamos agua mineral y mi especial kir royale. Un largo preámbulo de puesta al día, ya que si bien trabajamos en la misma empresa no siempre podemos intercambiar opiniones acerca de lo que sucede alrededor.

Siempre me sorprende, al igual que en la Confitería Torres, la avanzada edad de los mozos, me habla de gente que tiene tantas historias que contar y que me encantaría rescatar. ¿cuánta gente ha pasado por ahí? ¿cuántas historias se tejieron en un rico almuerzo?. Quizás nunca lo sabré, pero espero tener tiempo algún día para recogerlas.

Llegado el momento de elegir los platos de fondo, de la interesante carta se asomaron algunas delicias como el congrio donostiarra que elegí y la  chuleta de cordero, que mi amigo prefirió. Casi por reflejo, exploré la carta de vinos para elegir un merlot Gran Reserva Tarapacá, un justo medio entre los sabores en competencia.

Larga conversación, muchos acuerdos y por cierto, historias divertidas con las que reímos abundantemente. Terminados los platos fuertes, nos entusiasmamos con los postres y ahí la selección fue creme brulee y torta, que acompañamos con café negro para mí  y un buen té.

Que rico es el Círculo Español!!

El disfrute del circo moderno : Cirque du Soleil

Desde hace unos años, tras la muerte de mi padre, aprovecho cualquier ocasión en que venga por Santiasco un buen espectáculo de circo para llevar a mi madre. La primera vez que vino Cirque du Soleil a Chile descubrí que le fascinaba y lo convertí en un rito familiar.

El primer espectáculo al cual asistimos fue Cirkopolis en el Teatro Municipal Las Condes, visita que ya tuve oportunidad de comentar. Pero solo unos pocos días después fuimos a ver Corteo del Cirque du Soleil, para el mayor disfrute de mi madre.

Debíamos estar una hora antes para aprovechar el Tapis Rouge, un regaloneo en carpa separada en donde fuimos recibidos con jugos naturales y refrescos además de una interminable seguidilla de appetizers deliciosos y que mi madre disfruta como niña. Me da tanto gusto verla maravillarse con las máscaras, trajes y todo el merchandising de esta internacional del circo que nos visita cada año.

Quince minutos antes del inicio del espectáculo, fuimos por ruta interna hasta la carpa principal y a nuestros puestos en segunda fila para que la vista fuera perfecta. En esos minutos previos, diversos personajes miembros del elenco, hacían pasadas entre el público para deleite de todo el impresionante público.

Corteo es el proceso imaginario del payaso Mauro que en algún punto de su vida piensa en su muerte, cada recuerdo es una escena de arte circense con ese elenco increíble de atletas, muchos ángeles y metáforas acerca del tiempo y la ilusión, de paso por la infancia y directo hacia  la inevitable adultez, la seducción, la ternura, el valor y sobretodo la alegría de vivir, que termina con el adiós magnífico al payaso Mauro que deja el territorio.

Una música preciosa y los efectos luminosos sorprendentes que este gran circo sabe claramente producir. Entremedio hubo un quiebre para que fuéramos con mi madre a la carpa del tapis rouge a comer deliciosos pastelillos y refrescos, ocasión que me permitió comprobar lo disfrutable que nos parecía todo esto.

En la salida, recibimos unos regalos que vinieron a coronar la exquisita experiencia que Cirque du Soleil se afana en producir en sus espectadores.

Aunque en lo personal este espectáculo es más débil que otros que hemos disfrutado, no se puede dejar de agradecer la oportunidad de haber estado aquí. Estoy seguro que mi madre hablará de esta experiencia por mucho tiempo y eso reconforta mi corazón.