Olan : delicias en su nueva casa

Hace unos 4 meses el restoran Olan salió de su habitual residencia en Seminario para ubicarse en una inmensa y preciosa casona blanca en calle Condell cerca del Hotel NH.

El sitio está acondicionado de manera extraordinaria, blanco riguroso, paredes impecables y pinturas peruanas que resaltan de manera genial. Llama la atención el espacio disponible y que se privilegie esa comodidad para los clientes. Nada más desagradable en un restoran que sentir el olor de la comida de otros o participar sin querer de sus conversaciones.

Partimos, como de costumbre con unos buenos pisco sours, aunque hicimos la variación de pedirlos mixtos con jengibre. Gran elección!!

La selección de los platos no fue fácil, la carta es muy tentadora y mi partner eligió una  reineta a la plancha cubierta con una de salsa de camarones ecuatorianos. Por mi parte, estuve a punto de ordenar un sudado de corvina con ostiones, calamares, camarones, tomate, cebolla, cilantro y  jengibre, pero finalmente me decidí por un contundente lomo saltado, esa rica especialidad peruana y que el Olan prepara  maravillosamente.

Dado que solo yo tomaría vino en esta ocasión, me incliné por seleccionar un JBouchon carmenere Chicureo reserva, delicioso y a tono con mi rico plato.

Nuevamente tentados con la carta, mi partner eligió una crema volteada y en mi caso una mazamorra morada, postres fantásticos que cerramos con un buen café negro.

Notable El Olán, vale la pena regresar.

 

La Camorra Tango : un recital homenaje a Piazzolla

Este espectáculo de homenaje al maestrísimo Astor Piazzolla era claramente un imperdible para esta semana. Precedidos de una fama tremenda el quinteto de músicos argentinos llegaba en gira por Chile tras una larga lista de otros países visitados.

Nos esperaba un Teatro Noescafé muy lleno y con bastante gente más bien adulta, pocos jóvenes a pesar que podría considerarse a la música de Piazzolla el principio del afamado tango electrónico de amplia aceptación. En fin, lo que importa es que lo pasaríamos muy bien.

Tengo la idea que Piazzolla hizo del bandoneón un fetiche en su música, su presencia es exultante, deliciosa. En manos de un nuevo integrante, un joven Marco Antonio Fernández el bandoneón sonó maravillosamente. Los integrantes originales de La Camorra que completan el quinteto son Sebastián Prusak en violín, un impecable Jorge Omar Kohan en la guitarra clásica y eléctrica, el serio Hugo Asrin en contrabajo y el notable Nicolás Guerschberg al piano.

Entre los temas más aplaudidos evidentemente estaban los grandes clásicos de Piazzolla como fueron  “Muerte del Ángel”, el increíble “Contrabajísimo” y a no dudar  “Adios Nonino”. La Camorra además aportó sus propios temas al concierto y vaya que son buenos estos músicos.

Un concierto realmente exquisito, el tiempo pasó volando y sospecho que todos quedamos con ganas de escuchar mucho, mucho más.

TapasPassion : demasiado rico

Un día especial pues me juntaba con una gran amiga a quien no veía hace varios meses debido a mi especial sobrecarga laboral y también extra-laboral. Nos concertamos con una semana de anticipación para ir a comer algo rico juntos y dar rienda suelta a una puesta al día sin límites de tiempo.

A la hora prevista, pasé por ella a su lugar de trabajo y caminamos hacia un nuevo destino en la zona de Pedro de Valdivia. Un sitio que divisé varias semanas atrás en mis habituales paseos de reconocimiento en cleta. Por fuera, se veía interesante, marcado por la idea de españolas tapas, pero en su interior me llevé una sorpresa mayor.

Un local hermoso, bien diseñado, con un estilo muy moderno, algo muy evidente en el mobiliario delicadamente elegido, los colores, el minimalismo estético y la grata atención.

Elegí la terraza interior, tranquila, bastante espaciosa y moderada por el delicado sonido del agua cayendo por una pared y suficiente sombra para un buen estar.

Partimos encantados con unas copas de sangría tapaspassion, un fresco elixir ideal para los días de canícula excesiva de este Santiasco.

Revisada la carta, claramente el estilo es lo pequeño y sabroso. Así que salomónicamente propuse que cada cual eligiera 3 tapas y que compartiéramos los sabores seleccionados. La lista de delicias resultó en unas gambas con gabardina, unas exquisitas patatas bravas, las increíbles bombas de carne, unas potentes croquetas passion, los exóticos pintxos de hongos con jamón y un increíble arroz cremoso con setas, recomendación de la atenta moza.

Como era de esperar, busqué en la carta de vinos algo especial y me encontré un viejo conocido, un Pinot Noir William Cole Mirador, fantástico para acompañar el festín.

Considerando la increíble calidad del lugar, me sorprendí que no hubiese muchos comensales. Quizás, no era el día más típico, pero me asombré con la oferta. Delicioso!!!!

Al final de nuestra larga tertulia, no había espacio para postres pero si para un buen cafe negro, que disfrutamos lentamente mientras cerrábamos esta experiencia exquisita.

100% recomendable, TapasPassion es una maravilla.

 

Squadritto : rica y tranquila cena

Es impresionante como pasan los días y los meses, sentía que hace tan poco que había estado en este lugar y ha pasado casi un año. Lo ventajoso de estar en una calle de bajo tránsito y en medio de un barrio con abundante oferta gastronómica, seguramente les ha dado un buen pasar.

Instalados en la terraza, partimos con agua mineral sin gas y mi partner con  coca light, mientras me esforzaba por leer a medialuz la carta. La ceguera nocturna me está haciendo pensar en llevar en el bolsillo mi linterna frontal cuando salga a cenar.

De la gran variedad de pizzas disponibles, nos tentamos con una pizza frutti di mare, un clásico sabroso, el cual acompañaríamos con una fría y deliciosa botella de pinot noir Tabali.

Una cena animada solo por el ritmo de la buena conversación y los sabores, fantástica tranquilidad!!

 

Vista Cordillera : almorzando en cleta

Ya pasaron más de tres meses desde mi último biketrekking, pero en este día inexplicablemente llevaría a cabo otro a pesar de tener otros planes. Desperté relativamente temprano aunque no lo suficiente para ir a un paseo Malayo que hoy tenía por destino el lindo cerro Pintor. Sin embargo, como me precio de manejar más de un plan, decidí salir en cleta a pasear por senderos en el cerro San Cristóbal.

Antes de acometer el cerro, me dediqué a pasear un poco y rescatar algo de arte callejero tomando algunas fotografías. Ya con el cuerpo preparado, tomé aliento y subí tan rápido me fue posible hasta la cumbre del cerro. Qué delicia, a pesar del cansancio, el cuerpo se llena de placer y el premio de un jugo de mote con huesillos termina de gratificar el momento.

Bajé del cerro alrededor del mediodía y mientras disfrutaba la brisa del descenso, me puse a pensar que tenía rango de tiempo suficiente como para escaparme de Santiasco e ir a almorzar al Cajón del Maipo. No dejé tiempo para cambiar de opinión y me lancé a la aventura. Me fui por Pedro de Valdivia hasta la ciclovía en la misma calle y luego conecté con la ciclovía de Dublé Almeyda. Luego Macul y de ahí derecho hacia Avenida La Florida. En el camino compré una botella de hidratante y continué pedaleando.

Al comienzo del camino El Volcán hay una picada de mote con huesillos, lugar preciso para refrescarse, sentarse un rato y de paso llenar la botella con heladito jugo para el resto del viaje

Pasé por La Obra, luego Las Vertientes y más allá El Manzano. El rico restoran Calypso cerrado por vacaciones y de pronto, aunque he pasado unos 10 años por aquí, esta vez me si pareció buena idea detenerme en el Vista Cordillera. Un sitio sencillo, bastante concurrido y con una terraza que era mi mejor opción en ese momento.

Partí pidiendo una vaina, mientras llegó pan caliente, mantequilla, pebre y una salsa verde al cilantro. Revisada la ca.rta, me pareció que el gasto calórico realizado hasta el momento, bien merecía algo contundente. Entonces, el plato elegido fue un enorme filete a lo pobre servido en un hirviente  plato de fierro rodeado de las papas fritas y coronado por la cebolla y los huevos fritos. Tremendo y delicioso plato!!!. Para que el disfrute fuera completo, pedí un carmenere reserva de Marqués de Casa Concha, un caldo tinto potente para engrandecer mi almuerzo.

Me hizo por un buen rato compañía un perro chico llamado Washington, quien se empinaba en dos patas para saber si me quedaba comida y luego colocaba su barbilla en mi pierna y gemía suavemente pidiendo. Me ganó la ternura y la técnica manipuladora del quiltro, así es que compartí mi filete con él.

Tras un merecido descanso, comenzó el retorno que tenía la ventaja de ser en gran medida de bajada, aunque con el terrible calor de igual manera era bastante el esfuerzo. Me detuve nuevamente en la picada del mote con huesillos cuando llegué al comienzo del camino y pude cargar mi botella con algo refrescante, para poder llegar a casa finalmente tras 90 kms en cleta.

Buen paseo!!!

 

Waldini Pizzería : rica opción

Buscando un nuevo lugar en donde almorzar tarde (en realidad muy tarde) tras un buen paseo en cleta, encontré una pizzería  muy estilosa a la entrada de calle Constitución. A mi llegada, solo se escuchaba al interior el monólogo incesante de un mozo argentino que parecía amar escucharse y las mozas no se aparecían por la terraza en la calle en donde me había instalado.

Una vez que logré llamar la atención, una atenta chica me trajo la carta en donde claramente dominaban las pizzas rojas (al pomodoro) y blancas (sin salsa), ricas combinaciones de ingredientes que me tentaron rápidamente. Sin embargo, recordé que tenía un compromiso de cena en poco rato más (era harto tarde mi almuerzo)  y por lo tanto, me fui por una que Focaccia Waldini, un exquisito pan con pasta de aceitunas, queso de cabra, salmón, ciboulette y berros.

El delicioso sandwich lo acompañé con un refrescante mojito, que me hicieron recuperar las calorías que gasté en 35 km de cleta disfrutados momentos antes.

Waldini es una delicia!!!, regreso prometido.

 

Boudoir : un lugar delicioso

Esta noche era nuestra habitual junta de trabajo con mi hermano para ver nuestros proyectos y aprovechar de conversar de sueños e ideas. Fue una sesión muy ejecutiva amenizada por unas heladas cervezas para hacer frente al calor asfixiante de Santiasco.

Como era la última sesión antes que él saliera de vacaciones, decidí hacerla especial y lo invité a disfrutar una cena en un sitio que tenía previamente elegido en mis contínuos paseos en cleta por la zona de Bellavista.

Nos fuimos caminando y conversando hacia el Boudoir, un estiloso lounge bar francés que lleva unos pocos meses por ahí y que aposté, seguro estaría muy bueno.

Una casa de arquitectura notable, decoración muy afrancesada, algo kitsch pero se ve bien y lo mejor, la atención desde el primer instante verdaderamente plausible. Nos instalamos en la semi penumbra que domina el lugar específicamente  en la zona del patio interior. Todo muy ad hoc, probablemente para enamorados, pero como yo amo a mi hermano menor, me pareció igualmente apropiado.

Pedimos unos kir royales para iniciar el disfrute, mientras hacíamos maravillas tratando de ver la carta con tan poca luz. En todo caso con la excelente atención del mozo, llegamos con rapidez a determinar cuales serían los platos. En mi caso, me dejé seducir con un filet roquefort, un exquisito filete a la grilla con tocino roquefort, pepinillos y cebolla caramelizada, mientras mi hermano cedió ante una Res en vino, compuesta por una carne mechada cocida en vino tinto cebolla frita y salsa dijon.

Con la promesa de esos sabores, de la carta de vinos no me quedó opción mejor que elegir un Parcela 7, el rico ensamblaje tinto que combinó perfectamente con la delicia de esos platos.

Fue una cena maravillosa, mucha conversación acerca de los logros del trabajo conjunto en nuestros proyectos, muchas nuevas ideas y todo ello amenizado por una  música lounge exquisita, a pesar que la temperatura ambiente es muy alta para mi gusto. (Regalo útil : un sistema de aire acondicionado).

Al final, Boudoir es una experiencia fantástica!!!

Carl Winther Trío : una delicia de jazz

Estaban próximos los días en que mi querido lugar de jazz, Thelonious, cierra pues Erwin el poeta mentor y gran anfitrión del lugar, toma sus vacaciones. Como casi siempre ocurre,  se despide con algún filete musical y por lo tanto esta noche estaba asegurado el disfrute.

Proveniente de Dinamarca, Carl Winther es un joven y talentoso  pianista y compositor. Con muchos pergaminos bien ganados, se hace acompañar en esta ocasión por el gran René Sandoval en contrabajo y un concentrado Juan Pablo Jaramillo en batería.

Desde el comienzo, muestra la calidad que su fama le precede tocando piezas deliciosas que hacen enmudecer al público en la sala. Llama la atención el grado de sintonía con los músicos chilenos que le acompañan y a medida que pasa el concierto, el juego de la improvisación se hace definitivamente virtuoso. Por momentos, me parece que hace esos juegos de compases que tanto disfruto cuando escucho a E.S.T., mi grupo de jazz preferido.

Una sesión de jazz de lujo, con dos salidas al escenario que registré con mi cámara para compartir el disfrute.

 

El Antojo de Gauguin : a pesar de todo me sigue gustando

Se me hizo tarde para almorzar  y tenía mucha hambre, por lo que salí a caminar buscando un sitio en donde saciarla. Por esas cosas inexplicables terminé una vez más revisando la oferta del Patio Bellavista, abundante pero de gustos que no siempre comparto. De pronto me encontré enfrente del restaurante de unos queridos amigos, me refiero al Antojo de Gauguin, que siempre me salva en estos trances.

A pesar que el cambio de mozos no siempre es afortunado, tengo la creencia que la calidad de la comida permanece. Tras conseguir que me atendieran, llegó a mi mesa en la terraza interior una Tabla de rellenitos mixtos y una porción de hummus, algo que me hace delirar de placer. Pedí también una botella de Palo Alto Ensamblaje de Cabernet Sauvignon, Syrah y Carmenere, una deliciosa compañía para mi tardío almuerzo.

Perdí la cuenta de los años que visito este lugar, pero debo reconocer que la calidad de la comida ha permanecido, no tanto el servicio, ya que al principio fueron los dueños quienes crearon la impronta que se ha ido perdiendo. Igual, me agrada volver de vez en cuando.

Este lugar me sigue gustando!!!

 

Melissa Aldana : la visita de la diva chilena del saxo

A veces me resulta imposible creer que esa niñita que conocí hace unos 10 años, esté convertida en la mujer poderosa que esta noche saldría al escenario. En sus comienzos, Melissa siempre mostró que su talento interpretativo era extraordinario, pero pesaba su juventud y quizás el mundo que aún no conocía. Su prodigio la llevó a estudiar al famoso Berklee College of music donde rápidamente se destacó como un prodigio. Finalmente se instaló en el circuito norteamericano y hace frecuentes giras con importantes músicos.

Un mensaje SMS de mi querido hermano me advirtió que esta noche tocaría Melissa en Thelonious despidiéndose de Chile tras concluir sus vacaciones. Antes de esta noche, la ví el 2007 cuando vino de vacaciones desde Boston tras haber iniciado sus estudios en Berklee. En esa ocasión, tocaba clásicos de Coltrane y otros además de temas de quien era su novio.

En el escenario, junto al contrabajo de Eduardo Peña y la batería encantada de Andy Baeza, aparece una delgada y hermosa mujer con su saxo, para dominar la escena. Ahora no solo toca clásicos sino que tiene composiciones propias (ya grabó un disco el 2010) y son magníficas. En algunos temas, se hace acompañar por Nicolás Vera en la guitarra y Agustín Moya en saxo para lograr  un quinteto delicioso.

Cuánto crecimiento, una artista de nivel mundial y con su sencillez característica. Recuerdo que cuando escribía filetario en formato de news, cada vez que había un concierto de jazz en que estuviera Melissa, les recordaba a todos, que aprovecharan porque más adelante iba a costar mucho dinero asistir a verla, porque ella es una diva del saxo.

Maravilloso desempeño, un gran momento de disfrute que capturé en algunas fotos que dejo para que mueran de envidia.