Hace tres semanas que compré las entradas para ir a ver este espectáculo en el Teatro Oriente. Mi motivación la encontré en el sitio web del grupo Fractal (http://www.fractal.cl/) y en la sospecha que mi intuición me provee.
Llegamos 20 minutos adelantados y ya estaba lleno. (me cargan los espectáculos sin numeración, ya que impera la ley de la selva). Como sea me ubiqué en lo mejor que conseguí (igual bien) y esperé el inicio de algo que prometía. Un escenario lleno de instrumentos, convencionales y otros rarísimos. Lleno, demasiado lleno.
Cabe destacar que este grupo ya tiene 3 CD a su haber y en esta ocasión lanzaban un DVD, todo un evento por cierto.
Con breve retraso, se larga el espectáculo. Una muchachada (chicas y chicos muy jóvenes) se arman en una orquesta magnífica con violines, violoncellos, contrabajos e instrumentos de viento, bajo la dirección de un notable José Luis Dominguez). Una orquesta increíble para acompañar a los maestros del grupo. Son tantos que se estorban e incluso colisionan con focos y cables.
Uno de los músicos podría ser un clon de Ian Anderson de Jethro Tull, alto, pelao (con colita) y maestrísimo con el violín eléctrico, tres músicos notables a cargo de las percusiones, el vocalista principal empoderado en los teclados, un guitarrista y un músico increíble a cargo de todos los instrumentos de viento.
Por momentos creí estar en un concierto de Dead Can Dance o quizás de Entrama, pero extendido, pluriforme, expandido y total. Exquisita música, un contrapunto entre lo étnico y lo sinfónico, entre lo latino y lo clásico. Inclasificables.
Pero lo mejor estaba por venir, ya que acorde a la pretensión de ser una fiesta de lanzamiento, cada tema fue acompañado con un invitado de primera. Así desfilaron Pedro Villagra, una cantante de flamenco (increíble voz y potencia), un bajista de bajo perfil y excelente ejecución, un paisano que tocaba un extraño instrumento de cuerdas, una voz voz femenina exquisita, cuyo nombre no atrapé y hasta un clásico de clásicos, Joe Vasconcellos.
Virtuosismo a toda prueba, ya que los músicos de Fractal iban paseándose por distintos instrumentos con una facilidad que deja boquiabierto a cualquiera.
Fue un espectáculo redondito, placentero como pocos, con música extasiante, palmeable y hasta bailable, de puro gusto.
Excelente noche de sábado.
Yo fui!. Estuvo Excelente!
Por cierto, estaba tocando.
Lo pasamos muy bien esa noche, y se agradece enormemente que escribas acerca del concierto, y que te gustara.
Gracias por el comentario.
Un Fractal.