Una vieja lesión lumbar que venía arrastrando por largos años finalmente se transformó en una hernia enorme que literalmente acabó con mucho dolor mis habituales entretenimientos, especialmente los de cleta y montaña. Fueron casi 6 meses sin cerros y mi alma clamaba por volver a disfrutar un trekking de montaña hasta que a mediados de diciembre, estuve en condiciones de regresar.
Muy temprano estuve en el punto de reunión para encontrarme con mis amigos malayos e iniciar el ascenso hasta el andarivel de La Parva que nos dejaría en Tres Puntas, listos para comenzar a caminar por una ruta malaya hacia el magnífico Pintor.
Caminé midiendo como se comportaba mi cuerpo tras la operación de columna y con la decisión clara que si había asomo de dolor se acaba mi aventura. La verdad es que todo funcionó muy bien y salvo el esfuerzo adicional que significa hacer cerro tras 6 meses de inactividad, estuvo fantástico.
Ya en la cumbre celebramos con mis queridos malayos el reencuentro con la promesa de muchos cerros más para las siguientes semanas. Qué gran alegría se puede sentir en la montaña!!.
Ya de regreso, fuimos a celebrar con mis viejos y queridos amigos René y Luna al Lomit’s comiendo unos enormes sandwiches y bebiendo unas cervezas heladitas para recuperar la energía.
Por fin, de vuelta a los cerros!!!!