Este restorán ya debe tener más de 6 años en el barrio Manuel Montt y curiosamente no es muy conocido porque está en el sector tranquilo y ese es parte del encanto que me hace volver de vez en cuando.
Invite a cenar a un buen amigo y el Ummo es especialmente adecuado para conversar. Rico ambiente con eclécticos diseños y buen gusto, atentos mozos y una música deliciosa al volumen adecuado.
Aperitivos, Pisco Sour y Kir Royale para mí, mientras revisábamos una interesante carta con una gran diversidad de platos interesantes. Entradas, tablas y buenos tragos, además de una selecta carta de vinos.
Me encanta la cocina de autor y este lugar es un acierto en este tópico. Cada plato es una fusión de distintos origenes, como el cordero ummo, un lomo de cordero montado en una pastelera de choclos con una salsa de pebre de apio, alcachofas y tomates cherries salteados. O esos Ravioles de Pato o el plato que yo elegí, unos Tortellini de jamón serrano, masitas rellenas con jamón serrano, mozarella y albahaca, acompañado de salsa natural de tomates. Delicioso!!!. Mi compañero eligió un Asado de Tira, un rico trozo de carne sobre un puré con verduras y hierbas, que olía increíble.
Para acompañar tan buenos platos, una botella de un ensamblaje de cabernet sauvignon y carmenere, Reserva Alto Vuelo del 2006, que combinó de maravillas.
Con tanta delicia, pudimos celebrar una larga charla acompañados de la excelente selección música lounge.
Ummo, siempre es un agrado regresar.