Filetes de los últimos días : un resumen necesario

Disponer de tiempo para comentar mis aventuras gastronómicas y de otros tipos se ha hecho muy escaso. Sin embargo, eso no ha hecho disminuir mi actividad, pero me obliga a ser en extremo resumido lo que obviamente no mitiga el disfrute conseguido.

Partiré con el increíble señor Robert Smith, el líder de la banda The Cure, quién cantó para un Estadio Nacional repleto por más de 3 horas sin parar. No solo suena igual que en los 70’s, 80’s, 90’s y siguientes años sino que se ve casi igual!!. A estas alturas pienso que es un extraterrestre, brindó un espectáculo impresionante y placenteramente agotador.

En los días siguientes tuve la oportunidad de cenar en el fantástico Olan, un lugar que mantiene esa calidad que merece la comida peruana y que, ante la enorme oferta, es lo único que distingue un sitio de otro. También pude ir a disfrutar Donka, una carta a Chejov, un espectáculo de circo teatro precioso en el Teatro Municipal de Las Condes. Una compañía que ha recorrido muchos países encantando con esta creativa puesta en escena y que hasta los problemas técnicos con uno de los telones lo manejaron con sutil inteligencia para el deleite de os asistentes. Precioso trabajo!!.

Una cena en el Club Magno nos reunió días después para conversar y disfrutar con mi partner.  Una bienvenida con Kir Royale y Pisco Sour, seguidos de un salmón teriyaki y unos locos y camarones thai acompañados de una fría botella de pinot noir Santa Rita, brindaron un soporte delicioso al evento. El cierre acostumbrado con esos cafés negros de rigor.

Otra noche nos condujo a La Bifería, ese bar de carnes delicioso en donde aterrizamos tras un largo paseo por los innumerables senderos del Parque Metropolitano. Agua y coca light para partir, necesaria hidratación para poder enfrentar el especial ceviche que nos compartimos de entrada. Seguimos con un vacío centro y un filete que acompañamos con ese delicioso puré rústico con rúcula y queso de cabra que hacen en este local. Un excelente cabernet sauvignon Tabalí del valle de Limarí, nos dio la nota perfecta para esta cena de recuperación tras horas de caminatas.

Por último, no puedo dejar de mencionar mis visitas al restaurante La Hacienda, un sitio con carnes magníficas que se ha convertido en visita obligada un par de veces por mes. Un delicioso filete con papas salteadas y una ensalada de tomate y paltas acompañado de un excelente cabernet sauvignon de Pérez Cruz. Gran lugar!!

 

 

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