Olan : delicias en su nueva casa

Hace unos 4 meses el restoran Olan salió de su habitual residencia en Seminario para ubicarse en una inmensa y preciosa casona blanca en calle Condell cerca del Hotel NH.

El sitio está acondicionado de manera extraordinaria, blanco riguroso, paredes impecables y pinturas peruanas que resaltan de manera genial. Llama la atención el espacio disponible y que se privilegie esa comodidad para los clientes. Nada más desagradable en un restoran que sentir el olor de la comida de otros o participar sin querer de sus conversaciones.

Partimos, como de costumbre con unos buenos pisco sours, aunque hicimos la variación de pedirlos mixtos con jengibre. Gran elección!!

La selección de los platos no fue fácil, la carta es muy tentadora y mi partner eligió una  reineta a la plancha cubierta con una de salsa de camarones ecuatorianos. Por mi parte, estuve a punto de ordenar un sudado de corvina con ostiones, calamares, camarones, tomate, cebolla, cilantro y  jengibre, pero finalmente me decidí por un contundente lomo saltado, esa rica especialidad peruana y que el Olan prepara  maravillosamente.

Dado que solo yo tomaría vino en esta ocasión, me incliné por seleccionar un JBouchon carmenere Chicureo reserva, delicioso y a tono con mi rico plato.

Nuevamente tentados con la carta, mi partner eligió una crema volteada y en mi caso una mazamorra morada, postres fantásticos que cerramos con un buen café negro.

Notable El Olán, vale la pena regresar.

 

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