Impedido de ir a la montaña por una prolongada convalescencia de una gripe que se ensañó conmigo, tuve que recurrir en compensación, a uno de mis placeres citadinos preferidos.
Partí viajando en metro hacia la Corporación Cultural de Las Condes en donde tenía previsto visitar una exposición muy especial del recientemente fallecido Claudio Bravo. Una exposición que si bien se había presentado antes, esta vez venía con bonus track con una cantidad de obras que no se habían mostrado antes. Es la etapa (década del 50) en que el pintor se dedicaba principalmente al retrato y era el artista preferido de las familias ricas de este país, especialmente de sus mentores de Concepción en donde se refugió antes de irse del país hacia Europa.
Magníficos retratos, una delicia de trazos notables para dar con la caracterización experta de cada modelo, niños y mujeres preferentemente. Siempre me ha gustado el dibujo con grafito, pero el arte de Claudio Bravo supera todo límite, es demasiado perfecto. No solo con lápiz sino con óleo, los retratos de Bravo son extraordinarios
En la misma Corporación es posible visitar la potente muestra de artistas chilenos de la colección de Mac Kellar, la fotografía de Ralph Bennett o las extrañas pinturas de Matías Acuña.
Nuevamente a bordo del metro, me fuí al Museo de Bellas Artes (MNBA), en donde encontré una retrospectiva compleja del belga Roger Raveel que no estoy seguro de haber entendido bien, pero me encantó la exposición de esculturas de David Cofré, así como la instalación del segundo piso Atlas in Fine de Emma Malig. En la sala Matta, subterráneo del Museo, estaba la enorme muestra de Patricio Court, Hecho en Chile. Impresionantes estructuras con tejidos, pinturas y formas geométricas. Muy interesante hasta aquí el recorrido.
Entusiasmado, enfilé mis pasos hacia el MAVI en el Barrio Lastarria, para encontrar otra muestra de trabajos del maestro Claudio Bravo. Me sentí afortunado por encontrar en un mismo día material artístico tan notable. En este mismo lugar, se presenta una impresionante muestra de Ruth Krauskopf, con sus variadísimas esculturas de arcilla nacidas en su taller Huara Huara y que la ha hecho famosa en todo el mundo.
No contento con el avance de mi krrtrekking, me fui al GAM, el imponente Centro Cultural, ex Diego Portales, ex Unctad III. En la sala de exposiciones asistí a una maravilla en fotografías históricas, de la famosísima Sara Facio. Allí encontré hermosas fotografías de tantos personajes históricos y especiales, desde un Carpentier, pasando por Borges, Allende, Cortázar y tantos más. Todos importantes protagonistas de la historia latinoamericana de los últimos 50 años. Imperdible!!
En otra ala del subterráneo, visité el museo de arte popular americano Tomás Lago, un sitio que no había conocido antes. Artesanías preciosas de diversos países de nuestra América, verdaderos tesoros de la estética artesanal latinoamericana. Quedé fascinado con un retablo peruano de autor desconocido que es un desafío a la habilidad, al conocimiento y sobretodo a nuestra capacidad de admiración.
Ya avanzada la hora, marqué el paso para visitar la sala de arte de Telefonica (hoy womistar) porque no podía permitirme perder una nueva versión del World Press Photo 2011. Fotografías del mundo, imágenes tremendas del horror y la realidad de muchos lugares, donde la violencia, el racismo, el machismo extremo y la guerra nos muestran que la barbarie aún existe y que si no fuera por la capacidad de denuncia que tienen estas fuertes imagenes, desconoceríamos que el ser humano, capaz de maravillas también puede ser un monstruo. Sobrecogedor espectáculo y especialmente concurrido, espero que no sea solo el morbo el aliciente para tal multitud.
Finaliza mi krrtrekking, cansado y al mismo tiempo fascinado por la diversidad de estímulos visuales en un recorrido virtuoso por las salas de Santiasco.