La oferta era irresistible, una tocata de blues. Rápidos pasos me llevaron al viejo Club de Jazz de Santiago, a ese que por casi 20 años visito y que hace tiempo no volvía.
El invitado, Berni Weis avencindado en Chile pero originario del sur de eeuu, de Louisiana precisamente, junto a su banda Sean n’Sun. Berni en la guitarra y voz, un bajo acústico que sonaba increíble, una guitarra eléctrica que acompasaba brillantemente a Weis y la batería, tocada por el hijo mayor de Berni.
La música me pareció mas bien un country-blues y sonaba espectacular (hay que considerar que este Club tiene una acústica notable). Tocaron un tema tras otro solo interrumpidos por los aplausos de una concurrencia un tanto pequeña (no todo el mundo se anima a salir duante la semana laboral). Algunos temas del gran Robert Johnson pusieron la nota alta de la tocata.
Berni cuelga un peluche de su guitarra y el hijo tenía una enorme rana de peluche adentro del bombo y sobre éste, un largo cocodrilo también de peluche. Se veía muy divertido.
Había tomado la precaución de cenar antes ya que no es un lugar en donde se pueda saciar el hambre, tan solo beber algo y picotear.
En fin, una noche de blues verdaderamente desestresante. Lo necesitaba.