Un buen masaje de cuello, brazos y espalda, debe ser uno de los placeres más universales.
Hoy según previo acuerdo entre varios colegas de oficina, contratamos este servicio de masajes a la oficina. A las 15:30 horas en punto, llegó la masajista con su equipamiento. Un manejo altamente profesional, incluso traía la música para relajar.
Tuve el privilegio de ser el primer beneficiado con esta magnífica sesión, salieron las contracturas, se reposicionaron mis vértebras, de repente con algo de dolor, pero finalmente el placer inundó mi cuerpo de manera genial. Habría estado el resto de la tarde disfrutando el masaje, pero esos 15 minutos me dejaron lleno de paz y con una sonrisa en mi cara. Exquisito!!!!
Buen comienzo de semana, hay que repetirlo pronto.