Hoy viví la aventura de ir a ver un departamento como posibilidad de cambio. tengo hasta fin de año para encontrar un nuevo lugar en donde vivir.
En este caso, un departamento en Patronato, casi frente al Bellas Artes. La verdad, precioso, 150 m2 de buen diseño, amoblado con inteligencia y buen gusto. El sector sigue preocupándome, pero al interior del departamento ni ruidos ni problemas se sentían.
Me atrae el buen gusto de los dueños, cada cosa en su lugar, buenos muebles, buena distribución, lindos detalles y un perro con pulgas.
Para llegar a este lugar en un día de trabajo, pasé por el Café de las Artes, a engullir un buen plato de ensalada y un jugo natural (compensando un fin de semana, francamente tóxico). este café sigue siendo rico pero con una calidad de atención definitivamente l e n t a, muy lenta. cada vez que he ido a ese lugar, me digo, cuando atiendan bien, va a ser muy bueno. En fin, están al ritmo de las estatuas del museo.
En fin, me gustó comer lechugas para después de un par de horas, morirme de hambre pero extasiado de haber visto un lugar en donde me gustaría vivir.
Seguiré buscando mi nuevo refugio, pero comeré mejor en la próxima