En el tiempo he tenido la fortuna de haber visto todas las exposiciones fotográficas de los notables que el museo ha expuesto. Me refiero a Doisneau, Cartier – Bresson, Erwitt y ahora a Robert Frank, todos maestros de la fotografía.
En la planta subterránea del museo, se llenó de sus fotografías en blanco y negro, tomas desde los años 40 hasta fines de los 70, que muestran su innovadora evolución. Fotos de la soledad con personajes anónimos y casi siempre serios o tristes, fotos misteriosas, fotos intervenidas, hasta textos insertados en la imagen.
Robert Frank sabe jugar con el lenguaje visual, con sutileza y usando todos los recursos técnicos de su época (nada de photoshop y manejo digital). Sin duda, una gran exposición.
De paso, recorrí otra sala con el homenaje a Picasso, una gran cantidad de artistas que usando las claves de la obra del pintor español, lo homenajean pictóricamente. Interesante y algunas de las obras, verdaderamente buenas.