El martes 15, previo al feriado de media semana, coincidía con dos eventos. El cumpleaños de mi hermano y la desplazada cita con mi amigo Gatillo para conversar de lo humano y lo divino. Tras un día laboral muy nutrido y definitivamente denso, partimos con Gatillo al lugar con el que me había prometido sorprenderme. De paso hicimos una combinación, para aprovechar de hacer una pequeña celebración del cumpleaños (amistad compartida).
Llegar al restorán Ciudadano fue sencillo y solo requirió caminar un poco desde la estación del metro (Seminario 400). Mi sorpresa quedó registrada en fotos, pues esta pequeña incursión era en realidad una sorpresa que mi equipo me había preparado. Y caí redondito!!!.
Muy bien ubicados en este lugar, ya estaban disfrutando una deliciosa tabla de quesos y los tragos de rigor. Ciudadano tiene una carta muy interesante de pizzas y platos diversos, además de cervezas y buenos tragos. Me inicié en el happy hour con un rico vodka con arándanos (son mi perdición).
La charla fue variopinta, desde reirnos de una rebelde espinilla (es-pía-nilla) hasta conversar sobre fotografía, PNL, comida, etc. Estuvo verdaderamente entretenido y efectivamente, horas después apareció mi hermano para que cantaramos juntos su cumpleaños felíz.
Buen lugar, aunque ya muy lleno, la agilidad de los mozos desciende y hay que tener algo de paciencia.