Hay algunos restoranes que llevan una buena cantidad de años en mis listas de preferencias y hace muchísimo tiempo que no visitaba el Cara de Palo.
Debo reconocer que comparado con 5 años atrás se ve venido a menos, quizás el hecho que ofrezcan menús y un exceso de tablas, me prejuzgue. No obstante ello, es un ícono del barrio Brasil (Cumming) y no tenía intención de cambiar de destino.
Por supuesto que si venía a este sitio, mi elección era volver a probar delicias de carnes exóticas. La carta tiene desde ciervo, avestruz hasta wagyu. En mi caso, prefiero el avestruz y en la carta aparecía un plato de Avestruz con salsa de frutos rojos y no pude evitar la tentación. Para acompañar mi carne, nada mejor que una buena porción de papas duquesa (de hecho, llegó una fuente enorme). En vista y considerando lo que pretendía almorzar, me hice acompañar de una botella de carmenere Cuvée Gran Reserva de Misiones de Rengo 2008. Gran combinación!!
Los abundantes filetes de avestruz con su característico color oscuro estaban cubiertos por una salsa que además de los frutos rojos característicos, sobresalían unos sorpresivos arándanos que aportaron el toque fascinante. La verdad es que el almuerzo era descomunal y a pesar de mi esfuerzo, no fui capaz de comerlo todo. Ni hablar de postre, pedí mi habitual café negro, pagué la cuenta y rogué por ser capaz de digerir tanta comida. En todo caso, estuvo exquisito!!!
Al cierre, es claro que ya no es el mismo nivel que tenía el restorán años atrás, la comida sigue siendo rica, pero bajó su desempeño y se sometió a las implacables leyes del mercado.