Para esas noches de gran actividad, especialmente después de un buen recital de música en vivo, en que el hambre está desatada y nada parece calmarla, tengo una histórica solución. Ir al Candil.
Es un pequeño sitio en Providencia cuya especialidad son los kebabs, una versión bien especial de este antiguo plato persa (hay otras versiones). Un gran pan pita relleno con cortes de pollo intensamente adobado con especias, repollo, tomate, palta, cebolla y mayonesa. Mmmmmhhhh, exquisito.!!
Debo reconocer que no hay que ir muy seguido, porque es un bombardeo atómico al hígado, pero su sabor y tamaño hacen las delicias de quienes solemos andar en el sector en las nochas estivales (o casi).
Gracias Candil, una buena solución!!.