Por diversas circunstancias, entre que no hay espacio, hay poca privacidad, no se puede fumar y otras tantas restricciones, he creado un anexo de verano en este rico lugar para algunas de mis actividades laborales. Así, además de trabajar, puedo disfrutar de este oasis en el microcentro santiasqueño, beber ricos combinados de jugos naturales o bien cortados de buen café.
Debería ser regla de las oficinas modernas permitirse espacios en una interacción cosmopolita más completa, más disfrutable y por cierto, sensiblemente con mejor resultados.
Bienvenidos al Lado B de la post modernidad, trabaje y disfrute, no hay problema.
Una respuesta a “Blue Jar : mi anexo de oficina”